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LL. LORENZO
La sede del Partido Popular (PP) de Balears y sus dirigentes fueron ayer nuevamente objeto de un «bombardeo» de huevos, insultos y gritos contra la guerra. Era el final de una manifestación masiva y de una movilización ciudadana que hasta ese momento había sido pacífica. De hecho, de los miles de ciudadanos que ayer hicieron sentir su clamor contra la guerra, sólo tres centenares fueron los que protagonizaron estos incidentes y cortaron el Passeig Marítim.

Los hechos sucedieron cuando sólo faltaban unos minutos para la una y media del mediodía. Los manifestantes, convocados por el Sindicat d'Estudiants, y dirigidos por Joan Segura, responsable de la organización habían marchado desde la plaza del Tubo, por las avenidas, la plaza de España y la calle de Sant Miquel hasta el centro de Palma. Cuando los jóvenes llegaron a la Plaza Mayor, y se acercaban al «territorio popular» (el Ajuntament, gobernado por el PP y su sede) el ambiente se calentó.

A la una ya estaban en la plaça de Cort, donde durante más de diez minutos expresaron su indignación para la guerra con gritos y sentadas. Entonces, el momento más tenso estaba por llegar. La mayor parte de la manifestación, que reunió a unas 3.000 personas (2.500 según la policía y 10.000 según el sindicato), comenzaba a abandonar la movilización. El resto, unos tres centenares, se dirigieron a toda velocidad hacia el Parlament y hacia la sede del Partido Popular, en la calle Estudi General, esquina con Palau Reial.

Allí, chillaron insultos en masa. Aprovechando la confusión y los saltos, más de una decena de jóvenes, comenzaron a lanzar huevos contra las ventanas el PP. En total, cerca de una veintena de ellos impactaron. Algunos acabaron en el balcón de algún vecino y en el escaparate de algún comercio.

La Delegación del Gobierno, los conductores y las multinacionales también fueron blanco de algunos estudiantes.

En la Universitat también hubo ayer una nueva manifestación de estudiantes contra la guerra.