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A las diez de la mañana de ayer, el presidente del Parlament, Maximilià Morales, abrió la jornada de puertas abiertas del Parlament de les Illes Balears y recibió al primer grupo de personas. El objetivo era claro: que los ciudadanos de las Islas conozcan y se acerquen al Parlament. Esta idea fue acogida con gran ilusión tanto entre los ciudadanos como entre los turistas que en ese momento visitaban la ciudad; en total fueron cerca de 1.000 las personas que visitaran a lo largo del día el edificio. Desde un primer momento la sede de la institución congregó a un numeroso grupo de visitantes, de tal manera que en ciertos momentos los encargados de la organización se vieron desbordados.

Entre los que acudieron a conocer in situ el edificio destacó la presencia de algunos de los participantes de los «II Jocs Socio Culturals i Esportius de la Mediterrània» un conjunto de personas mayores, procedentes de l'Alguer, Andorra, Barakaldo, Calafell, Valencia y Mallorca; que se han reunido en la Isla para llevar a cabo unas «Olimpiadas» a su medida. Dedicaron la mañana de ayer a conocer Ciutat y sus edificios más importantes, además del casco antiguo. Quienes acudieron a la sede institucional, normalmente en grupos de cincuenta a setenta personas, pudieron aprender un poco de historia sobre el edificio, que construyó el Círculo Mallorquín, eje cultural y social de la Palma del siglo XIX y que posteriormente, tras la decadencia de esta asociación pasó a ser la sede del Parlament, una vez que el president de esa legislatura, que había pertenecido al Círculo, tramitara su compra.

El edificio parlamentario fue declarado en 1990 Bien de Interés Cultural y su escalera principal y biblioteca, monumentos histórico-artísticos locales. Las principales estancias que, en compañía de tres guías, se pudieron visitar fueron la sala del presidente, cuyos frescos y decoración son obra de Montenegro; la biblioteca y la sala de comisiones, donde se debaten temas que no llegan al pleno parlamentario.

Irene M. Pery