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Julio González, presidente de la Asociación Balear Especialista de Reparadores de Automoción y Náutica (ABERAN), anuncia que el sector redujo entre un 30 y un 40 por ciento su facturación en el año 2002 y prevé el cierre de empresas en el presente ejercicio. Afirma que el Plan Renove del Gobierno, la mejora de la tecnología que incorporan los nuevos modelos de vehículos, el intrusismo de los propios empresarios o trabajadores en sus horas libres, la desaceleración del consumo y los cambios en las pautas de consumo de los ciudadanos están perjudicando gravemente sobre todo al sector de mecánicos y recambistas; «los chapistas se salvan porque desgraciadamente siguen sucediendo siniestros», afirma.

«El Plan Renove nos ha hecho mucho daño y las nuevas tecnologías nos están dejando deslumbrados, por lo que nuestros talleres se han convertido en una hucha en la que debes invertir continuamente, tanto en maquinaria como en formación técnica, para no desaparecer», afirma González. «Además, hoy en día los vehículos que circulan por nuestras carreteras son todos buenísimos». El presidente de los mecánicos afirma que otro de los problemas por los que atraviesa el sector resulta del cambio en las pautas de consumo de los ciudadanos. «Cuando llega el verano y se queman juntas de culata, los afectados piden un préstamo y cambian de coche, aunque éste sólo tenga cuatro o cinco años».

Estas circunstancias están relegando los mecánicos a dedicarse sólo a las pre-ITV y a tareas de mantenimiento en frenos y algún embrague. La patronal anunció su intención de poner en marcha dos proyectos para paliar alguno de los problemas que padecen. En primer lugar, quieren construir un centro de diagnosis en el que reunir una base de datos que incluya datos técnicos, piezas y precios de todos los vehículos del mercado. También quieren comprar un programa de peritación porque acusan a los peritos de las aseguradoras de reducir el precio de las reparaciones.