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Mallorca ha terminado su febrero más lluvioso desde 1974. Los datos pluviométricos de las diferentes estaciones del Centre Meteorològic Territorial de Balears registran, de modo general, niveles similares a los de febrero de 1974. Remontándonos hasta entonces, no se encuentran meses de febrero tan lluviosos como el de 2003, con excepción de Palma, que queda muy lejos de sus niveles máximos. Cabe destacar que las estaciones del faro de Capdepera, Portocolom y sa Pobla han registrado récords históricos de pluviometría en lo que a febrero se refiere: 154, 135'5 y 151 litros por metro cuadrado, respectivamente. Las estaciones del Port de Pollença, Lluc y Porreres han detectado en febrero del presente año el segundo nivel pluviométrico más alto correspondiente a este mes. En todos estos casos, los récords respectivos corresponden al ya mencionado febrero de 1974. Por ejemplo, la estación de Lluc ha arrojado en febrero de 2003 un resultado de 376 litros por metro cuadrado, por debajo de los 433 del mismo mes de 1974.

La oscilación pluviométrica de Mallorca registrada en el período 2000-2002 es la mayor de los últimos 50 años. La sequía de los años 2000 y 2001 registró el más profundo déficit de lluvias en el último medio siglo, superando el 50 por ciento negativo respecto a la media. Curiosamente, el año siguiente, 2002, figura entre los más lluviosos de la historia registrada, con un 60 por ciento positivo sobre la media, nivel sólo superado en 1960, cuando se alcanzó el 70 por ciento.

En el último medio siglo no se había detectado un altibajo tan pronunciado en el registro de lluvias en Mallorca, pasando de un extremo negativo a una de las más altas puntas positivas en tan sólo tres años.

2002 fue el tercer año más lluvioso de los últimos cien, pero, paradójicamente, también registró más horas de sol que la media.

En el período 1978-2002, la media anual de horas de sol es 2.774'8. Sin embargo, y en contra de lo que podría creerse, 2002 registró un total de 2.811 horas de sol. El director del Centre Meteorològic, Agustí Jansà, indica que «resulta curioso que un año como el pasado, caracterizado por las lluvias y las temperaturas moderadas, presente más horas de sol que la media, pero, desde el punto de vista estrictamente meteorológico, no es nada extraño».