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Gustavo, de Gran Hermano IV, está en Palma de vacaciones. Ayer por la tarde estuvo dando un clase de fit-boxe, y luego entrenando, en el Mega Sport, de cuyas instalaciones quedó impresionado. Gustavo, que es un tipo muy simpático, fue, junto con otra participante, Sonia, protagonista de la escena del edredón, que es una de las que más se ha hablado durante y después del concurso, participante que, según expresó en diversos programas de televisión a los que acudió, se había enamorado de él y él le correspondía.

Incluso se lo dijo a la novia de éste, a pesar de que ésta respondía que «eso se verá cuando salga de la casa», recordándole que «esto no es más que un concurso». Y se vio, ¡vaya que si se vio!, pues Gustavo sigue con su novia, mientras que Sonia, poco a poco, va saliendo del chasco, que si lo tuvo fue porque ella se montó la historia, pues preguntar si «me quieres» y que el otro responda que «sí» no significa nada, y más cuando la pregunta se hace en un concurso.

-¿Cómo fue tu paso por Gran Hermano?
-Fue una experiencia muy positiva. Me ha dado la oportunidad de ser conocido, de salir en televisión, de ver cómo es ésta por dentro y de poder hacerla yo.

-¿Cómo has llevado que saliera una concursante que al abandonar la casa apostara ante tu novia que tú te ibas a ir con ella, mientras que ésta, tras defenderte a capa y espada, insistía en que aquello no era más que un concurso?

-Desde el principio dejé claro por qué quería entrar en Gran Hermano. Entré porque quería ser un personaje conocido y ganarme la vida, y no un mono de feria yendo de plató en plató insultado a uno o a otro.

-Lo cierto es que no has entrado en ese juego.
-Yo respeto a los que entran en ese juego, pues al haber pasado del anonimato a la popularidad en poco tiempo, no queda más remedio que vender ese tipo de cosas. Pero no es mi estilo, por eso, ni he entrado ni espero entrar, a pesar de que un día de estos voy a ir a Crónicas Marcianas.

-¿Por qué crees que, tras haberle dejado a Sonia muy claro a la salida de la casa que tu novia seguía siendo la de siempre, en Salsa Rosa, semanas después, te sigue echando en cara que tú le habías dicho que estabas enamorado de ella?

-Diez días son pocos para que puedan aflorar según qué sentimientos, aparte de que yo, desde que salí, dejé claro que hay momentos en que puedes tener un calentón y más si encima te están provocando.

-¿Qué sentiste cuando te viste desnudo en una revista?

-Pues me sentó fatal. Eso no lo he comentado nunca, pues espero que se arregle judicialmente.

-¿De dónde salen esas fotos?
-De un robado que me hicieron sin mi consentimiento en una fiesta, en una casa particular.

-Además de mantenerte en forma, ¿qué haces?
-Como sigo teniendo contrato con Gran Hermano, acudo en fines de semana a discotecas, hablo con la gente, firmo autógrafos.

-Tengo entendido que ya conocías Mallorca.
-Sí, estuve viviendo durante tres meses en s'Arenal. Mi novia se vino a trabajar en una casa de máquinas, Casino, y yo la acompañé. Aquí vive una hermana, que está casada.

-¿Has dejado de boxear?
-Sí. Como en España el boxeo no cuenta con apoyos, perdí la ilusión. Y eso que, sinceramente, creo que he cumplido: he boxeado desde los 14 años, fui dos veces campeón nacional, campeón de Europa, medallista internacional, deportista ADO. Pese a los muchos combates que hice, no me han quedado marcas. Incluso he hecho de modelo.

-¿Sigues relacionándote con los otros de la casa?
-Sigo manteniendo un buen rollo excepto con Sonia, que no me llevo ni mal ni bien; simplemente, no hay ninguna relación. En cuanto a los demás, el otro día coincidí con Matías en Andalucía y anteayer hablé con Pedro e Inma, que estaban en Zaragoza.

Pedro Prieto