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Hoteles de la Platja de Palma están alojando en estos momentos a turistas a precios inferiores de los que pagan los turistas beneficiarios del programa de vacaciones de la tercera edad del Imserso, según fuentes de la patronal hotelera de esta zona.

La patronal hotelera constata un descenso alarmante del nivel de gasto en los establecimientos durante este invierno, lo que en su opinión constata el bajo poder adquisitivo de los turistas que llegan a la Isla.

Su presidente, Jordi Cabrer, indica que los bajos niveles de ventas de reservas, «provocan que los establecimientos se vean obligados este invierno a echar mano de todo tipo de ofertas, debido fundamentalmente a los bajos niveles de ocupación, que son los más bajos de los últimos años. Tanto es así, que si por un turista del Imserso el hotelero está recibiendo de Mundo Social 14.40 euros por día (régimen en pensión completa), hay hoteles que están alojando a turistas extranjeros por 12 euros en régimen de media pensión».

Esta situación provoca que Cabrer afirme: «Hay hoteleros que son auténticos artistas de la economía, gracias a los cuales se mantiene el empleo y se genera riqueza en la temporada de invierno en la Platja de Palma. Y menos mal que tenemos los turistas del Imserso, porque en caso contrario los índices de ocupación serían ridículos y sería hasta gravoso mantener abierto algún hotel. En esta situación es muy difícil poder seguir».

Cabrer, en este sentido, apunta: «Hay hoteles que pese a contar con 200 clientes sólo hacen de caja al día unos 100 euros. El gasto interno en los establecimientos está bajo mínimos y no es extraño que para el próximo invierno los pocos que han abierto este año, decidan no hacerlo».

La ocupación en enero en la Platja de Palma (ver gráfico adjunto), según él, «ha sido una de las más bajas de los últimos años y las previsiones para febrero, tal y como tenemos las reservas, son aún peores. Está claro que los pocos hoteles individuales que han abierto este año no lo harán este próximo invierno. Y si no es por las cadenas hoteleras, está claro que la Platja de Palma sería un desierto».