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El Consell de Mallorca ha sacado a concurso público europeo la gestión de los residuos de construcción, demolición, voluminosos y neumáticos fuera de uso en la Isla por un importe de 45 millones de euros. La concesión es por 25 años y la presentación de plicas finaliza el 27 de marzo. Este ambicioso plan, que establece las condiciones de recogida, recuperación y reaprovechamiento en Mallorca de todos aquellos residuos que no son sólidos urbanos ni peligrosos, supondrá el pago de tarifas por su tratamiento, además de obligar a todo aquel que los genere a entregar un aval económico para asegurar que recibirán una gestión adecuada. Todos los proyectos de obra debererán presentar una cuantificación de los gastos de tratamiento de residuos. Así, si se trata de una obra menor, el promotor de la obra entregará al ayuntamiento un aval por valor del 125 por ciento de los gastos de tratamiento de residuos. Si la obra es mayor, el valor del aval será el mismo, pero se presentará ante el propio Consell de Mallorca.

En este sentido, el conseller executiu de Medi Ambient i Natura del Consell, Miquel Àngel Borràs, explica que «el plan se marca el objetivo de controlar todos los residuos de construcción, demolición y voluminosos de la Isla, de tal manera que la ilegalidad no sea rentable. Además, con estas condiciones, los promotores de obras y los generadores de estos residuos en general intentarán reducirlos y obtener el máximo reaprovechamiento in situ de los residuos producidos. Aun así, calculamos que el 25 por ciento no se podrá reutilizar. Serán unas 250.000 toneladas que deberán transferirse al concesionario de residuos sólidos urbanos, Tirme, o a otros gestores autorizados».

La institución insular calcula que anualmente se generan en Mallorca 1.145.000 toneladas de residuos de construcción y demolición (escombros). Los voluminosos (muebles, electrodomésticos, colchones) suman 9.800 toneladas y los neumáticos fuera de uso, 5.700 toneladas. El adjudicatario del sistema de gestión deberá construir seis centros de transferencia y preselección, ya previstos en el plan director sectorial, ubicados en Artà, Manacor, Porreres, Llucmajor, Calvià e Inca, y dos plantas de tratamiento en ses Veles (en el municipio de Bunyola, junto a Son Reus) y en el Corral Serra (en el municipio de Santa Margalida). Estos centros coinciden con las plantas que están funcionando actualmente de manera provisional, pero contarán con tecnologías de selección y tratamiento mucho más avanzadas. A partir de la adjudicación del servicio de gestion para toda Mallorca, cesarán estas concesiones provisionales.