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E. BALLESTERO/L. PLANAS
Los payeses de la localidad de sa Pobla se preparaban anoche para afrontar una de las veladas más duras de los últimos años. La nieve y el viento amenazan la cosecha de la patata y la almendra pero las bajas temperaturas son hasta el momento su principal temor.

Biel Company, secretario general de Asaja, informó ayer: «Aún es pronto para evaluar los daños, pero la nieve y el viento afectan sobre todo a los árboles en flor y pueden causar pérdidas en el sector de la almendra».

«El sector más castigado será sobre todo el de las patatas de sa Pobla; las heladas están aún por venir y salimos además de una semana de continuas lluvias», agregó el dirigente agrícola.

Los principales productores de patata de sa Pobla sólo pueden prevenir los daños con un estricto control de las temperaturas y el riego pero según avanzó ayer Joan Campets, uno de los afectados, «cuando las temperaturas bajan tanto es difícil salvar la cosecha». «Recuerdo que hace quince o veinte años también tuvimos unos dedos de nieve por Sant Antoni y lo peor vino la noche después. Cuando se despejó, el cielo alcanzamos más de 5 grados bajo cero».

Joan Campets también explicó que si se repite la situación de entonces los daños serán aún mayores porque «antes no se sembraba tan pronto y a estas alturas la patata estaba bajo tierra».

«Ahora nos hemos adelantado al tiempo a la hora de sembrar y este año el tiempo viene retrasado». Los productores de patata y otros cultivos, principalmente las verduras y hortalizas, se enfrentan además, según explicó el secretario de Asaja, a un problema de accesos para poder atender adecuadamente las cosechas. Company puntualizó que «la patata hay que regarla continuamente para prevenir heladas y eso provoca inundaciones que podrían favorecer la aparición de hongos para los que existen tratamientos pero si el campo está encharcado es mucho más difícil su aplicación».