Antich y Garcías, con Bestard y el embajador norteamericano, George L. Argyros.

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El Govern balear ha pedido al Ejecutivo de José María Aznar que se abstenga de utilizar las instalaciones portuarias y aeroportuarias de Balears en caso de que EEUU declare la guerra a Irak. Esta petición forma parte de una declaración institucional en contra de la guerra que aprobó ayer el Ejecutivo durante la reunión del Consell de Govern.

Los miembros del Govern se declaran en contra de cualquier posible intervención bélica en Irak y piden que se dé la oportunidad «a la palabra y al diálogo». La declaración aprobada ayer asegura que la guerra es la máxima expresión de violencia y, por tanto, el camino menos deseable para solucionar conflictos internacionales.

«Cualquier argumento o principio pierde toda su justificación cuando se defiende el poder con las armas», señala la declaración. En esta línea, el documento añade el respeto por el trabajo que están realizando los inspectores de Naciones Unidas a la hora de determinar si el régimen de Sadam Hussein esconde armas químicas o de cualquier otro tipo que pongan en peligro a parte de la humanidad.

El conseller de Presidència, Antoni Garcías, fue quien dio cuenta de esta resolución del Consell de Govern y explicó que el president Francesc Antich se la comunicaría verbalmente al embajador de Estados Unidos en el transcurso de la audiencia que mantuvieron por la tarde.

El conseller aseguró ante los periodistas que el pueblo balear no está por el conflicto bélico, y mucho menos aún si es un ataque unilateral por parte de Estado Unidos y sin el necesario respaldo de Naciones Unidas.