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C.AGUSTÍN
Teodoro Úbeda, obispo de Mallorca, acompañado por los representantes de todas las iglesias cristianas de la Isla, celebraron ayer el acto más importante de la 'Semana de oración por la unidad de los cristianos', la celebración ecuménica entre confesiones.

Desde hace 35 años tiene lugar este encuentro ecuménico, que este año ha dedicado una atención especial al tema de la inmigración.

Teodoro Úbeda vinculó uno de los textos elegidos durante la liturgia para hablar sobre el fenómeno de la inmigración: «Los cristianos estamos llamados a realizar un papel de mediadores eficaces para que este colectivo, como lo fueron los primeros cristianos, sea acogido».

El acto, que contó con la participación de la Capella Mallorquina y con el pequeño coro de la parroquia ortodoxa de La Natividad contó, entre otros, con la participación de Federico Larrinaga, del Ejército de Salvación, y el archimandrita de la Iglesia Ortodoxa, Makary.