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MICHEL'S/M.VÀZQUEZ
Andratx celebró ayer Sant Antoni con un desfile de carrozas, carros engalanados, caballos y jinetes que precedieron a las tradicionales beneïdes, que ofició el párroco Pep Toni Guardiola en la iglesia de Santa María la Mayor.

La noche anterior habían tenido lugar los foguerons y la torrada, que prepararon los cuerpos para una mañana en la que los habitantes desfilaron por las calles de la localidad, camino de la Plaza de España, vistiendo sus trajes de payeses y, algunos, hasta disfrazados de dimonis. La jornada comenzó con un alegre repique de campanas. Entre las carrozas destacó una que recordaba el desastre del «Prestige», desde la que los jóvenes invitaban a sardinas y vino para apoyar a los pescadores gallegos, manjar no contaminado, decían, del que tuvo que probar hasta emossén. Tampoco faltó el reparto de miles de caramelos, el acompañamiento de xeremiers y la música de la Banda Municipal de Andratx.

Para finalizar, una gran paella esperaba a todos en el castillo de Son Mas.

También hubo beneïdes en Sóller, dónde el párroco de Sant Bartolomé bendijo a los animales. No faltó la carrera de cintas, con hermosos caballos y la habilidad de los jinetes que, a pesar de que la lluvia hacía resbalar los cascos de los equinos, supieron guiarlos con profesional destreza. Numeroso público disfrutó de los actos en honor a Sant Antoni, como sucedió en los últimos días por toda Mallorca.