Además de acometer una política que permita a los ciudadanos de
las Islas resolver el problema que consideran más apremiante, el de
poder acceder a una vivienda, Antich se refirió también a otros
retos de cara a la próxima legislatura, centrados en mejorar la
sanidad, la educación, el transporte y la seguridad públicos.
Durante su discurso, Francesc Antich se refirió también a las
duras acusaciones vertidas contra el Govern el viernes por parte de
representantes de la Federación de Hoteleros -su presidente, Pere
Cañellas, aseguró que el sector atraviesa la peor crisis de los
últimos 20 años-. Antich descalificó a los hoteleros e ironizó:
«Hay sibilas que en los últimos días han anunciado la crisis del
fin del mundo».
El president quiso, sin embargo, diferenciar entre los hoteleros
en general y «los cuatro que dirigen el asociacionismo hotelero», e
hizo un llamamiento al sector para que cambien de dirigentes,
«sobre todo a los que han dicho que prefieren esperar a las
próximas elecciones, porque el diálogo tiene que ser una actitud
permanente».
Antich tampoco pasó por alto la crisis abierta en el Gobierno
central por el hundimiento del «Prestige». Sobre esta cuestión
afirmó que «la peripecia del Gobierno central en torno al Prestige
acabará devolviéndole a Aznar la frase que utilizó hace tres años
en Mallorca cuando se refirió al Pacte y dijo "joder, qué tropa"».
«Han actuado con el Prestige como siempre actúa el PP, mandando el
problema al quinto pino».
El candidato a Cort, Antoni Roig, y Francina Armengol,
secretaria general de los socialistas de Mallorca, también
intervinieron en el acto, al que asistieron los consellers
socialistas en el Govern.
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