El equipo de restauración recoge los trozos.

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LAURA MOYÀ/A.ESTABÉN
La restauración de la talla del Sant Crist de la Sang será «un reto, pero no un trabajo imposible», aseguró Antònia Reig, encargada del taller de restauración del Obispado de Mallorca. Reig y su equipo realizarán la reconstrucción, de cuyos gastos se hará cargo el Consell de Mallorca, institución que conserva el patronaje de la imagen como heredera del Gran i General Consell.

«La talla impactó en el suelo y, después, el atacante saltó encima y la pisoteó», comentó Reig. La consecuencia de este acto fue «una pieza destrozada». El Sant Crist de la Sang se encontraba en el suelo hecho añicos y sólo quedaba entero «medio torso, una pierna, un brazo con algunos dedos y la cabeza, aunque tiene la barbilla dañada y un pequeño rasguño en la nariz».

Durante la mañana, las restauradoras se dedicaron a hacer fotografías del lugar y a recoger todos los trozos esparcidos por la iglesia. Esta tarea se hizo por zonas, cogiendo «primero las partes grandes y envolviéndolas» y, después, «las pequeñas». El siguiente paso consistió en clasificar los restos y en «estudiar y valorar los desperfectos para poder iniciar la reconstrucción». «La talla se encuentra en muy mal estado, su restauración será complicada y larga».

Tras la inspección por parte de los técnicos de patrimonio histórico del CIM, se emitieron los correspondientes informes de daños. Según un comunicado del CIM, «el Sant Crist de la Sang podrá volver a presidir la próxima Semana Santa la procesión del Dijous Sant». Sin embargo, Reig duda de que «pueda estar a punto para Semana Santa». El trabajo de la restauradora empezará situando las piezas, pequeñas y grandes, sobre una mesa. Después, se «recompondrá trozo a trozo la imagen, como si fuera un puzzle». «Iremos probando hasta que encajen todas las partes». Acabada la reconstrucción, se plantearán tareas adicionales como, por ejemplo, pintar de nuevo el Crist.