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El secretario de Estado para la Energía, José Folgado, replicó ayer las acusaciones del Ejecutivo autonómico contra el Gobierno central por la «discriminación» que sufrirá Balears a partir del 1 de enero de 2003 al liberalizarse el mercado eléctrico en la Península, mientras que las comunidades extrapeninsulares no tendrán acceso a la diversidad de tarifas.

El Govern incidió en el retraso que sufre el decreto de extrapeninsulares, que debe igualar las condiciones con la Península. Folgado explicó que el citado decreto está consensuado y a punto de aprobarse, «trámite que sólo está a la espera de la conformidad por escrito de las comunidades extrapeninsulares. Esta conformidad ya nos ha sido comunicada verbalmente, pero necesitamos su traslación escrita. El decreto estará aprobado en 2003».

El secretario de Estado indicó que, por ley, las comunidades extrapeninsulares continuarán sometidas a la tarifa igualitaria fijada por el Gobierno para todo el Estado, pero «no podremos evitar que en la Península surja un comercializador de energía eléctrica que ofrezca un precio inferior. Será complicado, por su condición de mercado insular, que en Balears pueda aparecer un comercializador que ofrezca electricidad a un precio inferior al de GESA-ENDESA».

Así, para José Folgado, la única forma de que Balears entre en el mercado liberalizado de la energía eléctrica, con acceso a ofertas de precios y servicios diversificados, «es a través del cable con la Península, pues así las Islas se integrarían no sólo en la red peninsular, sino en la europea. Entonces, incluida en esos mercados mayores, Balears podría participar de las ventajas de la liberalización en igualdad de condiciones de precios y servicios».