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Un estudio del Cercle d'Economia de Mallorca propone impulsar la industria balear mediante una política que potencie la formación específica de los trabajadores del sector, así como el fomento de la investigación y desarrollo (I+D), ambos elementos tienen como objetivo común la mejora de la productividad de las empresas de las Islas y deben combinarse con un plan de internacionalización, sostuvieron ayer el presidente de la ascociación, Alejandro Forcades, el autor del estudio, José Antonio Roselló, y el presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, Eivissa y Formentera, Miquel Lladó.

El Cercle d'Economia analiza en su serie de estudios sobre los sectores productivos de Balears la situación actual de la industria balear, actividad que desde 1985 hasta 2000 ha perdido 18.000 puestos de trabajo, representa el 8,5 por ciento del PIB y da trabajo a 32.000 personas en el archipiélago, el 21 por ciento de ellos autónomos.

Pese a que el Cercle d'Economia prevé un crecimiento sectorial industrial de entre el 1,5 y el 2 por ciento para este año, por encima del aumento del total de la economía, «el crecimiento de la capitalización del sector no ha ido acompañado de mejoras de formación ni de programas de investigación», afirma Roselló, que considera que estos elementos son limitaciones importantes al desarrollo.

Además, a juicio de Roselló, la industria balear debe superar los condicionantes de la insularidad mediante el desarrollo de la Ley de Régimen Especial Balear, y debe buscar que la política europea reconozca y corrija el hecho insular. Asimismo, se apuntan como otros condicionantes para el crecimiento del sector el elevado coste del suelo industrial, la problemática de las industrias situadas en terrenos rústicos, la necesidad de la implantación del gas natural o lo limitado de los recursos.