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JOAN J. SERRA La Fundació Deixalles presentó ayer la memoria económica y de actividades correspondiente al año 2001. Estuvieron presentes Josep Noguera, delegado de Acció Diocesana; Jaume Xavier Roselló, presidente de PIMEM; Josep Capó, también de PIMEM; Antoni Pons, gerente de Deixalles; y Xesca Martí, responsable de Medi Ambient de Deixalles. La fundación, cuyo patronato está integrado por PIMEM y la Delegació d'Acció Social de Càritas Diocesana, desarrolla desde hace años una labor de reinserción social en colectivos de pobreza y marginación a través del reciclaje de residuos.

Deixalles realiza una labor de conservación del medio ambiente mediante la recuperación y reutilización de objetos desechados por la sociedad y ofrece una salida laboral a personas desfavorecidas. Los talleres de Deixalles són múltiples y variados: carpintería, clasificación de ropa, selección de latas, recuperación de electrodomésticos, recuperación de juguetes, etc. Estos talleres ocuparon durante 2001 a 214 personas: inmigrantes regulares e irregulares, personas con problemas mentales, toxicómanos, alcohólicos, parados de larga duración, mujeres con cargas familiares, ex reclusos, personas asociadas a la mendicidad, etc.

De este colectivo, 42 personas consiguieron un contrato de trabajo. De los 109 trabajadores con los que cuenta Deixalles, unos 40 proceden de colectivos desfavorecidos y han conseguido una integración laboral. Entre las actividades que realiza Deixalles, destaca el programa «Mallorca recicla», que pretende una mayor sensibilización entre la población en general sobre la necesidad de reciclar los residuos. Su labor tiene dos ejes: la concienciación en centros escolares de la problemática ambiental generada por los residuos y el trabajo directo en hoteles. «Mallorca recicla» opera actualmente en 11 cadenas hoteleras, que suponen 113 establecimientos y 63.411 plazas, un 30% de las de toda la Isla.