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El conseller d'Hisenda i Pressuposts, Joan Mesquida, prevé que el crecimiento económico de las Islas en 2002 (Producto Interior Bruto-PIB) se situará en el 1%, cuando la previsión del Govern era hace dos días del 1'4%, «esto es debido a las múltiples variables de la fluctuante situación económica y la incertidumbre existente», apuntó el conseller.

Esta es la tercera vez que rebaja el Govern la previsión de crecimiento para este año, situación que se ha producido también en el resto de economías regionales y europeas. Mesquida añadió que si no se producen factores externos, como un ataque de EE UU contra Irak o un acentuado proceso inflacionista, «Balears seguirá son su camino de crecimiento suave dentro de la actual coyuntura de ralentización mundial».

Asimismo, hizo especial hincapié en que se está lejos de una situación de crisis: «Esto se demuestra por los fuertes incrementos en las Islas en la compra de inmuebles y en el tirón del consumo tras el pinchazo en las inversiones bursátiles, que ha provocado a nivel nacional una pérdida de 72.000 millones de euros en este ejercicio. Asimismo, la fase de crecimiento suave en la que ha entrado la economía balear demuestra el proceso de ralentización, aunque vislumbro un proceso de recuperación económica en 2003, con un alza del PIB balear del 1'85», puntualizó el conseller.

Para explicar la situación turística y la caída de visitantes, el conseller se refirió a la «alta» inflación balear -del 3'8 por ciento-, lo que «nos hace perder competitividad porque se encarecen los productos para los turistas, principalmente alemanes y británicos». Y es que el número de visitantes entre enero y septiembre de 2002 fue de 7.063.167 personas, un 6'2 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior. Mientras que la llegada de turistas en avión en los primeros nueve meses del año cayó en un 6'9 por ciento, como efecto del 11-S, los visitantes que emplearon el barco aumentaron en un 9'2 por ciento.