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Marc Ros es de aquellos jóvenes triunfadores que forma parte de quienes deciden lo que el público deseará mañana. Ésos que piensan que la gente feliz no consume, que nuestro sufrimiento estimula el comercio. Es, lo que ellos mismos han bautizado como «la depresión poscompra». No quieren nuestra felicidad. Necesitamos urgentemente un producto pero, inmediatamente después de haberlo adquirido, necesitamos otro. Es la publicidad.

Frédéric Beigbeder, uno de los grandes creativos del mundo, que fue fulminantemente despedido por su agencia de publicidad (Young & Rubicam) tras escribir el libro 13'99 euros, donde contaba todas las verdades del mundo de la publicidad, se autodefinió como «soy publicista: eso es, contamino el universo». Puede ser una afirmación un tanto cruel, sobre todo para nosotros, los usuarios, pero si uno la analiza se da cuenta de que hay mucha certeza en ella.

El pasado jueves unas 600 personas pudieron disfrutar en la Sala Augusta de Palma con los mejores anuncios del año 2002, los spots premiados en el pasado certamen de Cannes. Todo ello regado con una lección magistral de Marc Ros, director creativo de Lorente Euro RSCG, que hizo ver «otras cosas», con el soporte de 30 marcas excepcionales.

Fue una hora y media deliciosa donde los presentes, entre los que había profesionales, curiosos, periodistas y sobre todo, amantes del anuncio, pudieron acercarse un poco más a lo que el ojo no ve, pero que realmente sí ve; al maravilloso mundo de la comunicación moderna, de la manipulación consumista, como diría Beigbeder. Y todo gracias a Publicidad Matas, creadora de la Nit de la Publicitat a Mallorca.