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LL. LORENZO Blanca Valencia, miembro de la ONG colombiana Sembrar y acogida por Amnistía Internacional, por el hecho de que está amenazada de muerte, denunció ayer en Palma la situación que viven los defensores de los derechos humanos en su país y las más de cien muertes de sindicalistas que ha habido este año, de las cuales responsabiliza a los paramilitares y el Gobierno. Valencia, invitada por Pau i Solidaritat de Comisiones Obreras y por la Conselleria de Benestar Social del Govern, ofreció ayer una conferencia sobre «Planteamientos socio-político-militares del gobierno de Àlvaro Uribe para Colombia».

Según la defensora de los Derechos Humanos «el nuevo gobierno -que hace dos meses que ha tomado las riendas del país- ha declarado la guerra al pueblo, porque las víctimas de sus acciones son los movimientos sociales, las mujeres y los campesinos». Además, Valencia denunció que «hay una estrategia contrainsurgente diseñada desde los Estados Unidos que se traduce en el paramilitarismo y en acciones encubiertas contra la sociedad civil».

A causa de esta situación, la miembro de Sembrar asegura que «hay tres millones de desplazados internos, en su mayoría campesinos, y sobre todo, mujeres, ya que los paramilitares asesinan a los hombres porque creen que así sus mujeres no tendrán más remedio que dedicarse sólo a la subsistencia de los hijos». Otras causas del conflicto son, según Valencia, «un paro oficial del 23% y uno real del 70%, reflejo de los intereses de las multinacionales en las empresas públicas».