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Por primera vez y tras más de dos años de instrucción en diferentes instancias judiciales, las actuaciones del «caso Formentera» serán secretas durante un mes. A esa medida excepcional se llegó ayer tras el auto dictado por el juez del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) Antoni Monserrat, quien se acoge al párrafo segundo del artículo 302 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, para dictar el secreto del sumario.

Mientras algunas fuentes interpretaron la decisión del juez como paso previo a la posibilidad de que llame a declarar en calidad de testigos al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, y la diputada nacional del PP, Rosa Estaràs, el PSM exigió ayer la inhabilitación del magistrado. Los nacionalistas afirman que el juez Monserrat debe dejar el «caso Formentera» por «higiene democrática». El juez considera que la continuación del trámite «aconseja la práctica de diligencias cuyo conocimiento puede dificultar su realización y hasta frustrar su finalidad», por lo que estima conveniente decretar el secreto.

El PSM, por su parte, anunció ayer, tras tener conocimiento del auto, que presentará un recurso contra la decisión del juez, al entender que «este caso, si tiene alguna cosa, no es la excepcionalidad por la que se puede decretar el secreto del sumario». Según los nacionalistas, esa actuación excepcional se lleva a cabo cuando hay personas individuales que pueden ver afectada su integridad o su imagen, pero en el «caso Formentera» las actuaciones y las personas que se investigan «son públicas, por lo que debería garantizarse como mínimo una instrucción totalmente transparente».

Monserrat ha recuperado la instrucción de esta causa después de que el Tribunal Supremo decidiera recientemente devolver el caso a los tribunales de Balears.