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JOAN J. SERRA La Conselleria de Medi Ambient ha presentado una propuesta de planificación de «deixalleries», lugares habilitados para la recepción y selección de residuos voluminosos y peligrosos de origen doméstico. Este tipo de residuos no disponen actualmente de contenedores específicos para su recogida selectiva, por lo que, de momento, no es posible su reutilización o reciclaje, por lo que su destino es la incineración. Ejemplo de estos residuos peligrosos serían: baterías, fluorescentes, tóners, aceites vegetales, aceites minerales, radiografías y otros materiales fotográficos, productos fotoquímicos (reveladores y fijadores), pinturas, etc.

Según esta planificación, presentada ayer por la consellera Margalida Rosselló y el director general de Qualitat Ambiental, Nicolau Barceló, en Balears serían instaladas 34 «deixalleries», 30 en Mallorca (2 en Palma), 4 en Menorca, 3 en Eivissa y 1 en Formentera. La inversión total sería de 14'4 millones de euros que podrían asignarse a la ecotasa, a fondos europeos o a la propia aportación del Govern.

Rosselló y Barceló explicaron ayer que «una 'deixalleria' no es un 'punto verde', pues en la primera funcionan servicios de recepción de residuos, vigilancia y limpieza. Además, está diseñada para asumir residuos de origen y en cantidades domésticas. Su capacidad no es suficiente para recibir los residuos procedentes de talleres, industrias o empresas».