Los caballistas, a su paso por el Parc de la Mar en dirección al Consolat. (FOTO: PERE BOTA).

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JOAN J. SERRA Cerca de dos mil personas con unos 600 vehículos (aproximadamente un centenar de tractores y el resto, remolques, carromatos, «cabriols» con sus caballos, furgonetas y turismos) se manifestaron ayer por la mañana por las carreteras de Mallorca y en los accesos y calles de Palma para exigir del Govern una solución definitiva a la financiación del deporte balear del trote, después de que el Ejecutivo autonómico haya descartado la puesta en marcha de los juegos de la Lototrot y Promotrot.

Desde Inca, Manacor, Campos y Son Pardo partieron respectivas caravanas hasta concentrarse frente al edificio de GESA a las 11 horas para marchar posteriormente hasta el Consolat de la Mar, sede de la presidencia del Govern. Lógicamente, las tres caravanas procedentes de la Part Forana crearon retenciones, colas y atascos en sus trayectos, pero en Palma el colapso fue total. Antes del mediodía, hora fijada para el inicio de la manifestación en sí hasta el Consolat, la fila de los diferentes vehículos participantes tenía su cabeza en GESA y se prolongaba por la autopista de Llevant y la vía de cintura, de tal manera que la cola se encontraba en el propio hipódromo de Son Pardo.

Esta masiva presencia de vehículos de manifestantes en algunos de los principales accesos de Palma creó tal tapón que la cabeza de la manifestación intentó avanzar para dar cabida a una parte de los que seguían llegando. La Guardia Civil lo impidió y se produjeron algunos momentos de tensión, sin más consecuencias. Así, a las doce se inició la marcha hasta el Consolat, que transcurrió sin incidentes entre los gritos y los toques de pito y de cláxon. El paso era lento, propio de manifestación, incluso con algunas paradas, para desesperación de los conductores de las vías cercanas.

La marcha estaba encabezada por una pancarta que rezaba: «Salvem es trot». Tras ella, los dirigentes de las entidades convocantes: Andreu Artigues, presidente de la Federació Balear de Trot; Biel Roca, presidente de la Associació de Criadors i Propietaris de Cavalls Trotadors; Tomàs Cortès, presidente de Asaja-Balears; Biel Company, secretario general de Asaja-Balears; Santi Contestí, presidente de la Associació de Jockeys. También participó Nicolau Tous, director del hipódromo de Son Pardo y miembro de UM, aunque quiso dejar claro que estaba allí como caballista.

Llegados al Consolat de la Mar, los manifestantes se concentraron como pudieron en el Passeig Sagrera y, contrariamente a la tractorada de mayo de 2000, no arrojaron nada al suelo ni lanzaron objetos contra la fachada de la sede gubernamental, protegida por policías. Siempre en tono pacífico, se gritaron consignas contra Antich y a favor del trote. El «boti, boti, boti, Antich el que no boti» fue inevitable. Los megáfonos y los pitos aportaron contundencia sonora a la protesta. El president ni ningún conseller estaban presentes en el edificio, pero una delegación de los manifestantes se adentró en el Consolat y pudo hablar con la jefa de Gabinete, Yolanda Serrano, con la que se pusieron de acuerdo para concretar un próximo encuentro con Antich.