Numeroso público acudió a la tradicional cita con el Carro Triomfal de la Beateta. (Foto: T.A.).

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La fiesta de la Beata obtuvo la respuesta popular de los mallorquines que acudieron en masa a presenciar la colcada del Carro Triomfal por las calles más céntricas de Ciutat. La jornada comenzó a las once de la mañana con la misa solemne, que presidió el canónigo Joan Bestard y contó con la asistencia de Miquela Sales Cirer, Beateta 2002. Por la tarde salió la cabalgata desde el Passeig Mallorca, con los tamborers de la Sala, Sección Montada de la Policía Local y los Gegants del Consell de Mallorca.

Siguió una numerosa participación de grupos folklóricos de Palma y los pueblos. Entre ellos se fueron intercalando bandas de música y xeremiers que hicieron sonar la tonada Sor Tomasseta on sou. La participación de carrozas fue este año muy notable. La nota discordante, de pésimo gusto, la puso la que escenificó la elección de una «Miss Fotográfica» del todo inadecuada a la fiesta que se celebraba, siendo más propia de un Carnaval.

La beateta Miquela Sales Cirer presidió el Carro Triomfal, bellamente engalanado, rodeada por su corte de ángeles y payeses. Su paso despertó la admiración del público, sobre todo del infantil, que disfrutó recogiendo los caramelos que lanzaron los protagonistas. En el tramo del Teatre Principal alcanzó un realce especial. Allí paró frente al catafalco de autoridades, entre las que se encontraban la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, muy elegante por cierto, el presidente del Parlament, Maximilià Morales, y la concejal de Cultura del Ajuntament de Palma, Carme Feliu, entre otras.