El PSOE e IU de Balears defendieron ayer que Jaume Matas «ya
estaría imputado por el caso Formentera si fuera un ciudadano
normal y no un aforado como ministro del Gobierno». El secretario
de Organización del PSIB-PSOE y el portavoz de IU en las Islas,
Damià Cànoves y David Abril, respectivamente, destacaron que la
«puerta sigue abierta. El caso ni se archiva ni se acaba. Esta
función continuará». Cànoves recordó que «todo esto comenzó cuando
miembros del PP se asociaron para delinquir y pensamos que entre
ellos se encuentran Matas y Estaràs. Por ahora, como dice el
Supremo, no existen indicios contra ellos».
El político socialista manifestó que el PP no tiene motivos para
estar satisfecho porque de los quince imputados, casi la mitad son
afiliados del partido, entre ellos Josep Juan Cardona y Antoni
Pastor, diputados y miembros de la comisión ejecutiva nombrada el
pasado domingo. «Matas continúa bajo sospecha», advirtió Cánoves,
quien preguntó al PP «quién cargará con la decisión final del
Tribunal Superior». Mientras tanto, Abril señaló que «los culpables
son los que dan las órdenes y diseñan las operaciones. Si los
dirigentes del PP tuvieran un sentido ético, Matas y Estaràs
acudirían voluntariamente a declarar ante el Superior si no tienen
nada que esconder».
Respecto al juez Antoni Monserrat, que deberá retomar el caso,
Cànoves indicó que «dudamos de entrada, pero confiamos en que
continúe investigando el caso». Para PSOE e IU, «Matas no quiere
aspirar a presidir Balears porque si deja de ser ministro, dejará
de ser aforado, por lo que sería un candidato débil que viene
herido de muerte. Además, tiene miedo a perder las elecciones y
seguro que las perderá».
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