Imagen de algunos participantes. Foto: Joana Pérez

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Bicicletas, patines y patinetes. Dos ruedas y nada de motores contaminantes. Así recorrieron ayer Palma un centenar de niños y padres que acudieron a la llamada del GOB. La cita era para disfrutar y aprender con una gincana reivindicativa que promovía la movilidad sostenible.

El día soleado acompañó a los participantes, que terminaron con un pic-nic ecológico en el Parc de la Mar y puesta en común de la actividad de la jornada. Allí repusieron fuerzas con alimentos que no dejaron residuos contaminantes. Los recipientes volvieron a casa y no abarrotaron las papeleras. Los niños y jóvenes con los que trabaja el GOB todo el año fueron los protagonistas, pero también la Palma que habitan.

En siete grupos se repartieron por calles y plazas en busca de los puntos de encuentro. En la Porta de Santa Catalina observaron los pinos y el conjunto de la plaza para compararla con la de España. En la sede del GOB debieron buscar información sobre distintas campañas de la asociación. En la Porta de Sant Antoni los deberes consistieron en acercarse al vecino barrio de sa Gerreria y analizar los cambios que ocasionará la reforma. Llegar a Cort fue otra de las metas en el programa para conocer al edificio, el reloj o los gegants. La estación del tren de Inca les puso en contacto con el transporte público. Se informaron sobre los horarios y si se permite llevar bicletas en el mismo. En los Banys Àrabs les esperaba una pista con datos sobre los municipios cuya denominación proviene de dicha lengua. Ya entrada la tarde, Miquel Àngel Ballester, del GOB, aseguró que todo había ido «beníssim» y que se iban a casa.