El desfile de carrozas llenó la localidad de color, de animación y de ganas de diversión. (FOTO: LLUÍS PLANAS).

TW
0

La fiesta del Vermar se subió ayer sobre ruedas. Un total de 52 carrozas y centenares de personas desfilaron por las principales calles de Binissalem escenificando diversas maneras de ver y vivir una fiesta en la que la uva y el buen vino son siempre los protagonistas.

El desfile se inició a primera hora de la tarde, en un ambiente muy festivo. Centenares de vermadors y vermadores de todas las edades y vistiendo s las ropas tradicionales de payés, se reunieron en grandes grupos formando comparsas o acompañando vistosas carrozas sobre las cuales se pudo ver representado desde un sopar a la fresca, a un grupo de cosidores, pasando por chicas bordando, molinos sacando vino, coches antiguos cargados de vermadors, escenarios de baile ambulantes, un juego de ajedrez e incluso una corrida de toros.

Tras varias horas siguiendo el itinerario marcado por las principales calles de la localidad, los participantes en el desfile se concentraron en la Plaça Major y se procedió a hacer entrega de los premios a las carrozas mejor valoradas. Por primera vez, este año se distinguieron tres categorías a la hora de otorgar los premios: juvenil, tradicional y original.

Así, la carroza ganadora del primer premio de la categoría juvenil, dotado de 300 euros, fue «Ses Cosidores». En la categoría tradicional, «Jugant a l'antiga» y «Es corralet» fueron las carrozas que compartieron el primer premio, dotado con 600 euros. Finalmente, la carroza titulada «El pas del Temps» fue la que recibió el primer premio, dotado también con 600 euros, de la categoría dedicada a la originalidad.