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Muchas veces, uno peca de creer que lo suyo es peor que lo de los demás simplemente por eso, porque muchas veces lo ajeno sin saber por qué tiene un atractivo especial. Los mallorquines no somos una excepción a esta regla y así, son muchos los isleños que desconocen las peculiaridades de buena parte de Mallorca. Es por ello que la Conselleria d'Agricultura i Pesca pone en marcha para este otoño las llamadas «agrorrutas del buen gusto».

Éstas consistirán en la organización de una serie de itinerarios en los que diferentes empresas agroalimentarias ofrecerán la posibilidad de conocer la forma de elaboración de sus productos. El visitante, podrá conocer in situ los centros y sistemas de producción de alimentos y productos autóctonos. De esta manera se acerca al ciudadano a una Mallorca rural bastante desconocida para buena parte de los isleños.

Junto con éste, otros muchos objetivos: promover la producción agroalimentaria propia de las Illes Balears, aumentar la cuota de mercado de estos productos a través de la diversificación de las vías de comercialización y de la posibilidad de venta en el centro de producción, y otorgar un valor añadido a la producción agrícola y ganadera son algunos de ellos. Son dos las «agrorrutas» que se organizarán para los fines de semana en los meses de octubre y noviembre. La «agrorruta del vino y el aceite» se desarrollará por la zona del Raiguer y de la Serra de Tramuntana.

La segunda, la «agrorruta del vino y el queso», se desarrollará por las zonas del Pla y Migjorn y en ella se podrán visitar nueve cellers y cuatro formatgeries. Ayer los medios de comunicación tuvimos la oportunidad de comprobar «in situ» junto con el conseller d'Agricultura, Mateu Morro, y la directora general de Agricultura, Margalida Estelrich, qué es lo que se van a encontrar los ciudadanos que decidan a hacer la segunada de estas rutas, por lo que nos dirigimos en primer lugar a unas conocidas bodegas de Porreres.