La Festividad del 11 de septiembre, fiesta nacional de Catalunya,
volvió a ser celebrada en un clima de hermandad y cordialidad en
Palma. El hotel Palas Atenea acogió anteanoche la cena de los
galardones Ars Magna, un acto organizado por la Casa Catalana de
Mallorca que otra vez volvió a ser entrañable y emotiva.
Los protagonistas de la edición de 2002 fueron el cantautor
Tomeu Penya, el futbolista Miquel Soler (ausente porque su equipo,
el Real Mallorca, jugaba una eliminatoria de la Copa del Rey), y el
músico Rafel Nadal.
Una vez acabada la cena, llegó el turno de los parlamentos y la
entrega de galardones. La presentación fue a cargo de Víctor
Gistau, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre, que tuvo
palabras de reconocimiento hacia Ramon Llull, obra del cual, Ars
Magna, da nombre a los galardones creados en 1995.
A continuación, el presidente de la Casa Catalana de Mallorca,
Josep Planas Montanyà, pronunció un discurso en el que aludió a la
conmemoración del 11-S y repasó la trayectoria de los premios y de
los anteriores galardonados, como Maria del Mar Bonet, Pere Serra,
Carme Riera, Josep Melià o Teodor Úbeda.
Planas destacó los diferentes aspectos de las trayectorias de
Penya, Soler y Nadal, sus méritos humanos y profesionales. Del
cantautor vilafranquer, dijo que es el «mallorquín que ha tenido
más popularidad en Catalunya». Respeto a Soler, que es un
«catalanet simpático y gran jugador», mientras que de Nadal
agradeció su constante colaboración, apuntando que los
merecimientos «vienen de muchos años atrás».
La tarima instalada por la entrega de los galardones fue ocupada
también por la consellera d'Ensenyament de la Generalitat de
Catalunya, Carme Laura i Gil; el vicepresidente del Govern; Pere
Sampol; la delegada del Gobierno, Catalina Cirer; y el alcalde de
Palma, Joan Fageda.
El primer galardón fue para Penya, que se limitó a decir: «Lo
que mejor me va es componer y cantar. Pero si he de decir algo,
muchas gracias». Vicenç Rotger, vicepresidente del Mallorca,
recogió el galardón de Soler, de quien dijo que «además de gran
jugador, Soler es una gran persona». Finalmente, Rafel Nadal bromeó
que sobre la dificultar de realizar un parlamento tras una cena
exquisita y destacó que «la cultura tiene que ser activada con el
fin de enriquecer a la sociedad».
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