«Enllestint» los tálamos de la Virgen de Agosto

La labor empezó a las ocho y media de la mañana con el traslado de las tablas que componen el cuadrilátero del catafalco, desde una sala del claustro hasta la iglesia. La brigada de voluntarios siguió la pauta que marcaron los hermanos Vicente y Miguel Vidal Arcas, dos expertos en dicha instalación.

Luego fueron colocando los tableros sobre las tablas, el tálamo y los cuatro ángeles para los cuales se tuvo que emplear la fuerza de tres hombres. A continuación insertaron las varas en las manos de los ángeles, como soporte del gran dosel, que incluye un artístico bordado de la Virgen cuya antigüedad se data en más de doscientos años. Hoy las monjas adornarán el conjunto con profusión de macetas de bellveures y olorosas alfabagueres.

Vicente Vidal, un experto en el montaje, recordó que «mi hermano y yo realizamos esta actividad desde hace cuarenta años. Desde niños lo aprendimos a montar viendo al sacristán ayudado por aquella época por obreros de la construcción. Al fallecer éste, en la década de los años 70, se instaló sólo el lecho y los cuatro ángeles debido al coste que suponían los jornales y la costumbre se fue perdiendo. Luego con mi hermano fuimos recordando cómo iban las piezas y siguió la tradición. Este tálamo es una réplica del de La Seu, pues las monjas lo tuvieron que encargar porque sólo tenían la imagen de la Virgen. Hoy a las siete de la tarde la colocarán después de la procesión».