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Alrededor de mil doscientos cruceristas tunecinos llegaron ayer al Port de Palma en visita turística a bordo del buque insignia del país norteafricano, Carthage, un superferry de lujo, consignado por Transcoma. Se da la circunstancia de que en este viaje han llegado a Mallorca también cinco miembros del Gobierno de Túnez, que han optado por las vacaciones en el mar. Se trata de un viaje organizado por la naviera estatal CTN Tunisia Ferrys, con Mallorca como único destino, donde permanecerán por espacio de 28 horas, tiempo al que destinarán a realizar diversas excursiones.

Esta visita a Palma está motivada por intereses políticos y económicos, dado que los miembros de Gobierno tunecino, entre ellos los ministros Taoufik Baccar (Finanzas), Houssine Chouk (Transportes), el director del gabinete del primer ministro, Mustapha Bahia, así como el secretario general del Gobierno, Rachid Kchich, y el secretario de Estado del primer ministerio, Adelhakin Bouraqui. Junto a ellos también ha viajado el presidente del Consejo Constitucional, Fathi Abdelnadher.

Precisamente el ministro de Transportes anunció en el cóctel que tuvo lugar ayer tarde en el Club de Mar con varios representantes de grupos turísticos y hoteleros: «Hay posibilidades de consolidar y desarrollar el turismo de cruceros entre Túnez y Mallorca, ya que ello constituye una alternativa turística más que puede ser desarrollada». El Carthage es un buque notable por sus instalaciones, que le hacen comparable a un crucero turístico, pese a disponer de un amplio garaje, que utiliza en su línea regular entre Tunicia e Italia. Entregado en junio de 1999 registra 31.408 toneladas y mide 180 metros de eslora por 27'5 de manga, siendo su capacidad máxima de 2.208 pasajeros.

En su acomodación destacan 20 apartamentos de lujo, salones de baile con orquesta en vivo, tres restaurantes especializados en cocina internacional y autóctona, un night club, un café bar, un lido-bar, una piscina con jacuzzi y un centro de tiendas. Es decir, todas las comodidades posibles. Muchas de las estancias, decoradas con especial elegancia, han sido bautizadas con nombres de inspiración histórica como «Hannibal», «Amilcar» o «Asdrubal», que nos recuerdan la gran historia marítima de Cartago. Tunicia es una de las naciones del Magreb con mayor experiencia turística, pero el turismo de cruceros nacional es aún una faceta reciente.