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Las vacaciones son para disfrutar y experimentar nuevas sensaciones. Por ello, aprovechar cada minuto de tiempo libre es la máxima obligada de los turistas y de algún que otro trabajador con suerte que disponga de un horario de verano flexible.

Playas, deportes, cines, teatros y visitas culturales, entre otros, son para muchos los lugares idóneos en las horas de ocio. Pero cuando llega el calor veraniego y el cuerpo necesita refrescarse, los parques acuáticos se convierten en un destino ideal para pasar un día de intensas aventuras. Es la tierra del agua, un mundo de toboganes vertiginosos, descensos en neumáticos, ríos de agua brava, piscinas con olas, lagos y demás áreas adecuadas a toda clase de edades.

Un claro ejemplo de esta divertida alternativa es Aquacity, en s'Arenal. Este parque, con una superficie de 207.000 metros cuadrados, es uno de los más grandes de Europa. Dispone de veinte atracciones y entre ellas destacan los famosos «Kamikace», especialmente el de caída vertical; el «Black Hole», un tubo negro por el que se baja en flotadores de dos y hay que esperar una larga cola y también tiene fama, sobre todo si se va con un grupo de amigos, el llamado «Río Bravo». Odei Moreno, que ha venido a Mallorca desde Pamplona con unos amigos, nos cuenta su experiencia: «Está genial, porque te quedas atascado en las pozas y puedes hacer carreras. Lo malo es que es fácil perder el flotador por el camino, aunque yo creo que así te lo pasas mejor».

Aquapark es otro parque acuático más pequeño que el anterior y está ubicado en Magaluf. Esta temporada cuenta con una novedad en sus atracciones: el «Boomerang», un tobogán en forma de «u» por el que se deslizan unos flotadores con capacidad para dos personas. Este aparato, pionero en España, ha despertado el interés de todos aquellos que visitan el parque. «Lo ves nada más entrar y sólo por curiosidad merece la pena probarlo», comenta Nicky, una joven inglesa, con cara de satisfacción minutos después de su experiencia, «da mucha impresión, se encoge el estómago pero está genial».

Otra variante de esta clase de establecimientos es «Western Park» también en Magaluf. Se diferencia de los anteriores en su ambientación en el oeste y las actuaciones que en relación a este tema se hacen a diario.

Hoy en día la preocupación medioambiental y el amor por los animales han hecho que los zoológicos se llenen de visitantes. Este es el caso de Marineland, en la bahía de Calvià, un rincón para aprender y contemplar una gran variedad de especies acuáticas, tanto tropicales como mediterráneas, mamíferos y aves.