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El mayor crecimiento poblacional entre 1991 y 2001 se registró en Balears, cuya población censada pasó de 709.138 habitantes a 841.669 lo que supone un incremento del 18'69 por ciento, según los datos del Censo de Población 2001. El Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió ayer estas cifras, según las cuales la población censada en España aumentó un 5'08 por ciento en la última década al pasar de los 38.872.268 habitantes de 1991 a los 40.847.371 de 2001. Cabe destacar algunos rasgos comunes de varias de las zonas en que más aumenta la población: la existencia de una agricultura altamente productiva en algunas de ellas y la importancia del sector servicios (y en particular del turismo) en otras, como es el caso del archipiélago balear.

Las zonas donde más disminuye la población presentan rasgos contrarios. Por comunidades, las que más crecen en términos relativos son los dos archipiélagos (un 19 por ciento el balear y un 13 el canario) y Murcia (14). La principal causa del aumento también es distinta. Si hace 10 años se concentró en la población española, con una población extranjera en 1991 de 353.367; en los últimos diez años se debe al fuerte aumento de la inmigración, especialmente en los últimos cuatro años, que ha multiplicado por más de cuatro el número de residentes extranjeros, hasta rebasar actualmente el millón y medio. Balears ha concentrado una parte importante de esos nuevos residentes debido al fuerte empuje de su industria principal: el turismo, así como las actividades vinculadas al sector de la construcción.

Según el INE, la incipiente recuperación del crecimiento vegetativo y, sobre todo, el gran volumen actual de inmigración extranjera han incrementado la población mucho más de lo que se preveía al comienzo de la década de los 90, cuando incluso se dudaba de alcanzar los 40 millones de habitantes. Las ciudades medianas, el centro, el litoral mediterráneo y los dos archipiélagos concentran la mayor parte de este incremento, a costa de las grandes capitales, los municipios de menos de 2.000 habitantes y el noroeste de la Península.

Según el INE, un mantenimiento sostenido de los actuales volúmenes de inmigración situaría a España en el medio plazo con una proporción de población extranjera similar a la de otros países de la UE, como Bélgica, con un 8 por ciento de extranjeros, y Alemania, con un 9 por ciento, afirma el organismo estadístico oficial. La población española experimenta un aumento mucho menor al pasar de 38'5 millones de habitantes en 1991 a más de 39 millones. Aun así, su crecimiento es mayor del esperado a consecuencia de la ligera recuperación de la natalidad en los últimos años, que ha provocado un repunte del crecimiento vegetativo desde los niveles casi nulos que había alcanzado.