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Telefónica, Vodafone y Amena, las tres principales compañías de telefonía móvil en España, denunciaron ayer que debido a la falta de inversiones para mejorar la red de telefonía móvil en las Islas, «propiciada por la decisión de los ayuntamientos de las Islas de no conceder más licencias para instalaciones de antenas, nos encontramos en este verano con la misma red del pasado año, pero con la salvedad de que se ha incrementado el uso de esta telefonía. Esta situación se traducirá en una saturación y no se podrá en los momentos punta dar salida a todas las llamadas», señaló ayer en Palma el director de redes de zona de Balears, Juan Manuel Ramonell, junto al director de recursos de Telefónica Móviles, José Luis de Benito, y el director de calidad de Vodafone, Miguel Udaondo.

En opinión de Ramonell, «si los ayuntamientos no autorizan licencias se condicionará el desarrollo de las nuevas tecnologías, afectando directamente con ello a la expansión de la sociedad de la información y al teletrabajo. Balears tiene una incidencia importante en cuanto a la utilización de la telefonía móvil, en concreto en verano, ya que entre el 25 y 30 por ciento de los usuarios son extranjeros y requieren los mismos servicios de los que disponen en sus países de origen».

Los representantes de las tres operadoras hicieron ayer acto de presencia en Palma para dar a conocer las mediciones de radiación de las 771 antenas existentes en Balears, las cuales, «se encuentran 845 veces por debajo del límite que establece la ley». José Luis de Benito explicó que, a raíz de la publicación del Real Decreto ley sobre los límites de exposición, el Ministerio de Ciencia y Tecnología del Estado español exigía que se realizaran mediciones a las antenas situadas a menos de 50 metros de los núcleos de población. Tras esto, apuntó, los consejeros delegados de cada una de las compañías españolas acordaron establecer «una serie de medidas» en un proceso de «transparencia e información». El pasado 30 de junio, continuó, se presentaron al Ministerio los certificados, que establecían que las radiaciones de las antenas «son menores de lo que establece la ley». Los niveles medios de radiación detectados en las Islas, «indican que existe seguridad absoluta para los ciudadanos que viven cerca de antenas».

De Benito anunció que las empresas de telefonía móvil están trabajando «para establecer una normativa que regule las instalaciones de antenas, de ahí que pedimos la colaboración de los ayuntamientos». Miguel Udaondo explicó que «en España nos encontramos en un momento crítico en la sociedad de la información, ya que se han generado alarmas entre la sociedad producida por una mala divulgación de todo el proceso de la telefonía móvil». En su opinión, dijo, «esta alarma social está completamente injustificada. Las empresas operadoras quieren dar razones técnicas para que los ciudadanos estén tranquilos sobre las emisiones», dijo refiriéndose a la decisión de las compañías de realizar un estudio sobre los efectos de las radiaciones. Udaondo puntualizó que las organizaciones médicas «más solventes del mundo afirman que no hay ninguna relación entre las emisiones y las enfermedades relacionadas con ellas, como el cáncer o la leucemia».