TW
0

El proyecto de ley de salud, que ayer recibió el visto bueno del Govern, incluye entre sus aspectos más novedosos la regulación del llamado «testamento vital». Se trata de un documento que podrán firmar los pacientes para determinar qué tipo de tratamiento no aceptarían en caso de que su situación médica les impida manifestar su voluntad. El proyecto de ley configura un sistema público de salud, universal, gratuito y solidario, que pretende ordenar los recursos sanitarios de manera eficiente. El texto tiene por objeto hacer efectivo el derecho a la protección de la salud, mediante la regulación de la carta de derechos y deberes del ciudadano en el ámbito sanitario.

Los derechos del usuario se regulan desde el momento del nacimiento hasta la muerte. Entre estos derechos se incluyen el derecho a la intimidad y la confidencialidad, el consentimiento informado, los derechos de los colectivos merecedores de una especial protección, los de los enfermos mentales, el derecho a la salud medioambiental y el derecho a la historia y a la documentación clínica entre otros. La ley crea la figura del Defensor del Usuario, como órgano encargado de velar por la protección de los derechos. También se regulan los deberes de los pacientes, como por ejemplo la utilización racional de los recursos o el respeto por las instalaciones.

En la misma reunión del Consell de Govern, el Ejecutivo dio el visto bueno al proyecto de ley de cooperativas, a propuesta de la Conselleria de Treball i Formació. El Govern considera que las cooperativas son una pieza clave en la economía de las Islas y el objetivo de esta ley es fomentar la autocupación generada mediante las llamadas empresas de economía social. El proyecto de ley fija un mínimo de tres socios para crear una empresa de este tipo "hasta ahora se necesitaban cinco" y se exige un capital social mínimo de 1.800 euros, con el intento de acercar estas sociedades a las de responsabilidad limitada.

El Govern acordó destinar 192.324 euros a la adquisición de una planta baja en la calla Foners, de Palma, donde se ubicará el nuevo Casal de Dones con el fin de impulsar y promover la participación de las mujeres en todos los ámbitos. El Govern destinó además 297.000 euros al Consell de Mallorca para la atención a los drogodependientes.