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Llega el verano y los aficionados a los deportes de riesgo y a los deportes acuáticos se echan al mar en busca de grandes aventuras y experiencias. Desde hace unos años, en las playas de nuestra Isla, un deporte ha irrumpido con fuerza. Se trata del kitesurf, o flysurf, un mezcla entre el windsurf y el parapente, con un resultado espectacular.

Uno de los pioneros en este modalidad en Mallorca es Rubén Salvador, que hace unas semanas se presentó al campeonato de España de este deporte que se celebró en Alicante, y en pococ días participará en la prueba internacional «Redbull», que acontecerá en las playas de Tarifa.

Nos hemos desplazado hasta la Playa de Palma, lugar de peregrinación de los amantes al kitesurf y donde nos encontramos con Rubén Salvador. «Éste es un deporte que no tiene en cuenta la edad ni el sexo. Aunque la mayoría de aficionados son chicos, ellas ya se empiezan a animar a practicarlo», comenta Rubén, que nos sorprende al asegurarnos que entre los kitsurferos hay un niño de trece años y un hombre de setenta y dos.

El gran equipamento necesario para practicar el kitesurf hace que el precio de este deporte ascienda a unos 1.800 euros, y sin ser una especialidad muy complicada, es necesario iniciarse con un monitor. El aprendizaje de este semidesconocido deporte es sólo de uno o dos días. Una gran musculatura no es necesaria para sujetar el gran cometa que se tiene que mantener al vuelo, sino que lo importante es tener un gran equilibrio y ganas de «bailar» en el aire.

El precio de una clase de kitesurf acompañado de monitor y el material asciende a unos 36 euros por hora. El material no se alquila, ya que se considera peligroso practicar este deporte si no se han recibido clases. Para ello, se han creado unas escuelas de preparación en la bahía de Pollença y en la playa de Can Pastilla.