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Los americanos de todo el mundo celebraron ayer su día nacional, el 4 de julio, que este año cobraba especial significado al ser la primera vez que el pueblo estadounidense rememora su independencia tras los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre.

También en Mallorca los norteamericanos que se encuentran de visita quisieron unirse a las celebraciones, encabezados por el agente consular Tumy Bestard, que se encargó, como es tradicional, de leer el mensaje conmemorativo de la proclamación de la independencia, enviado por la Casa Blanca y firmado por el presidente George W. Bush. No faltaron los ingredientes más clásicos de toda fiesta yanqui: el himno nacional, el izado de la bandera, la cena a base de barbacoa y los fuegos artificiales.

La fiesta dio comienzo a las ocho de la tarde en el hotel Marriott de Son Antem, en Llucmajor, cuyo personal decoró magníficamente la terraza con los colores de la bandera de EE UU: blanco, rojo y azul. Fue una noche agradable y cálida, en la que no faltó un sentido recuerdo a las víctimas del 11-S.

El mensaje, en esta ocasión, fue muy breve. Bush, a través de su representante en Mallorca, Tumy Bestard, destacó el coraje de los fundadores de los Estados Unidos en 1876 y su lucha por la libertad. El presidente afirmó que cuando Norteamérica ha sido víctima de atentados terroristas ha vuelto a demostrar el coraje de antaño.

La fiesta terminó con una divertida sesión de karaoke.