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¡Adiós! a la chatarrería La chatarrería que había según se entraba a Can Pastilla, a mano derecha, ha pasado a mejor vida. EMAYA se ha llevado la chatarra y la roulotte en la que dormía el chatarrero, un hombre nacido en Granada, llamado Antonio Púa, que por lo que nos contó María Crespo se había instalado allí hacía unos diez años. Ayer por la mañana visitamos el lugar con la presidenta de EMAYA y Paco Montalván. Estaba limpio como una patena. «Sacamos seis o siete camiones de chatarra», señaló éste. La roulotte está en Son Reus, por si el dueño la reclama, igual que la chatarra; si no, será subastada con otra chatarra entre los chatarreros que opten a ella, que es lo que prescribe la ley. El chatarrero, a lo que cuenta Crespo, interpuso una denuncia a EMAYA «cuando, en una ocasión, le retiramos la chatarra. Reclamaba 200.000 pesetas, que es lo que, según sus cuentas, valía». Ahora han vuelto a limpiar el solar aprovechando que Antonio estaba unos días ausente. El solar no está solo. Ayer encontramos en él a un hombre que comentó que «vengo por aquí con los perros, pues en este sitio no molestan». El hombre dejó bien claro que su intención no era la de vivir allí, «pues "señaló" tengo una casa aquí cerca, en Can Pastilla». María Crespo nos explicó que las vetustas edificaciones que hay en el lugar, y que antaño formaron parte de un acuartelamiento, no podrán ser derribadas, pues hay un anteproyecto del Ministerio de Medio Ambiente en el que se contempla que sean remodeladas para convertirse en aulas del futuro Jardín Botánico.