El sector turístico balear, reunido ayer en una asamblea
extraordinaria del Fomento de Turismo de Mallorca, lanzó un mensaje
a los sindicatos para que pacten con sus empresas unos servicios
mínimos que garanticen la operatividad de Son Sant Joan durante la
jornada de huelga general del 20 de junio. «El cierre del
aeropuerto supondría una catástrofe para todos, generaría una
retracción para el tráfico turístico posterior, una reducción del
gasto en nuestra comunidad y, en última instancia, podría
traducirse en una destrucción de empleo en el sector», afirmó el
presidente de la asociación, Miquel Vicenç, quien añadió que «la
huelga podría volverse en contra de los trabajadores si éstos optan
por hincharla».
Las patronales turísticas exigen al gobierno central que vele
por el buen funcionamiento del transporte aéreo, al Govern balear
que garantice la operatividad del transporte terrestre en las Islas
y a los ayuntamientos que mantengan unos servicios de taxis
mínimos. El Fomento de Turismo de Mallorca exige a las autoridades
que intervengan en el caso de que la negociación de servicios
mínimos entre trabajadores y patronos no obtenga resultados,
«dictando unos servicios mínimos que garanticen un servicio básico
para nuestros ciudadanos como son los aeropuertos de Balears». El
Fomento también pide específicamente a la Delegación del Gobierno
que vele para que no se produzcan actos vandálicos.
Vicenç advierte que el colapso del aeródromo palmesano supondría
una grave penalización para la imagen de Balears en los mercados
emisores europeos, especialmente cuando las ventas de reservas
hacia Balears registran caídas de hasta dos dígitos respecto de la
temporada pasada y cuando el recuerdo de la huelga del transporte
discrecional del año pasado se mantiene latente en Europa. Vicenç
recordó al president del Govern su compromiso expreso tras aquella
movilización, de «velar para que el aeropuerto nunca vuelva a ser
un campo de batalla sindical».
A la reunión celebrada ayer asistieron Jaume Batle, presidente
de la patronal del transporte discrecional; Mariano Menor, director
del aeropuerto de Son Sant Joan; Víctor Fernández, gerente de
Aviba; Joan Pascual, de Iberoservice; Joan Oliver, de la TUI; Pere
Cañellas, presidente de la Federación Hotelera; y demás
representantes de la patronal de compañías aéreas española, AECA;
directivos de varias compañías aéreas extranjeras y representantes
de las dos empresas de handling que operan en Son Sant Joan.
La reunión entre los empresarios fue puramente informativa,
puesto que las decisiones que ellos pueden tomar al respecto como
por ejemplo, la reprogramación los vuelos tanto de llegada como de
salida para aliviar la operativa de Son Sant Joan durante el 20-J,
se tomarán de forma individual y si procede. «Cada operador,
touroperador, compañía aérea etcétera, debe evaluar sus riesgos y
hará lo que pueda dentro de sus posibilidades. Aunque está claro
que si se retrasan 50 vuelos, tendremos 50 problemas menos de cara
a la jornada de huelga», afirma Vicenç, «especialmente cuando el
día 20 de junio, Son Sant Joan puede acoger un movimiento
aproximado de 60.000 pasajeros». Miquel Vicenç no se mostró
preocupado por el anuncio de convocatoria de huelga de
controladores aéreos europeos, al considerar que ésta no se llevará
a cabo.
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