TW
0

«Un total de 35.000 muertes serían evitables cada año en España, si extrapoláramos las características socioeconómicas de las áreas con menos mortalidad del país a las zonas con más mortalidad», afirma el doctor Joan Benach, profesor de ciencias experimentales y de la Salud de la Universitat Pompeu Fabra, a la luz de los resultados del «Atlas de Mortalidad en España, estudio que dirigió en 2001, en el que se divide el Estado en 2.200 áreas municipales y en el que se analizan indicadores sanitarios, tasas de mortalidad y características socioeconómicas.

El doctor catalán, que ayer pronunció una conferencia titulada «Desigualdades sanitarias en España: balance y retos» en el Centre de Cultura de Sa Nostra, se lamentó de que las autoridades no diseñen políticas específicas para corregir los problemas de salud pública desde estos parámetros. «Nosotros no investigamos las causas de las enfermedades sino las características sociales de las personas que las padecen. Los resultados empíricos de los estudios elaborados en los últimos 10 años en España, demuestran que las clases sociales registran diferentes valores para la inmensa mayoría de indicadores sanitarios», afirma el doctor.

«Tanto es así que existe una diferencia de entre 4 y 6 años, según el sexo, entre las clases sociales más altas y las más bajas. Es tan claro, que los estudios demuestran que la misma persona mejora su salud a medida que escala posiciones en la sociedad», continuó Benach. El doctor Benach afirma que las desigualdades sanitarias responden a una multitud de causas concretas. «Pueden ser consecuencia de las condiciones de trabajao, medioambientales, hábitos de vida en general, paro, tipología del barrio en el que viven, eccétera.

Por ello, el doctor Benach considera que las desigualdades sanitarias requieren un tratamiento muy localizado, en función de las características de cada problemática. En todo caso, Benach concluyó que las soluciones a esta problemática deben de buscarse en el plano socioeconómico. Por último, el doctor Benach, que fue vicepresidente de la comisión científica para el estudio de las desigualdades sociales sanitarias en España (Ministerio de Sanidad y Universidad John Hopkins) en el año 1996, se refirió también a la complejidad del estudio del caso balear, «por ser una comunidad eminentemente turística y en la que confluyen muchas variables que la diferencia del resto de España. No existen».