En esta imagen se aprecia el desnivel de la entrada al Casal.

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En la calle Botons de Palma hay un edificio de vecinos que atiende por El Casal y que fue construido con el patrocinio de la ONCE, CEE y Ajuntament de Palma, en el que viven gente de cierta edad y, entre ella, algunos con impedimentos físicos, que en muchos casos son agudos, obligando a estas personas a la utilización de la silla de ruedas.

Aparte de que el desnivel de la entrada, que teóricamente debería de facilitar el acceso a quienes utilicen la silla, es tal su calibre, que cuando tratas de acceder a través de él te caes de espaldas, y cuando intentas salir, te das de bruces. Esta situación ha sido denunciada en varias ocasiones, pero a quien corresponda no ha hecho el menor caso. Por ello, la persona que vaya en silla de ruedas, como vaya sola, es que ni entra ni sale del inmueble.

Pero es que tampoco el plan de embellecimiento de Palma ha sido justo con los impedidos de este edificio, ya que no sólo ha obviado las barreras arquitectónicas existentes en los alrededores "plaza de Sant Jeroni", sino que en la entrada del carrer Botons va y coloca un escalón, que ni a proposito para que el carrito no pase. Esta circunstancia debería solucionarse con prontitud para facilitar el acceso a los más minusvalidos. La desaparición de barreras arquitectónicas ya debería de estar solucionada, ya que hace tiempo que las personas dismunuidas vienen quejándose de la dificultad que tienen para desplazarse.