Las patronales afirman que no hay motivos reales en las Islas para hacer una movilización.

TW
0

La convocatoria de huelga general de los sindicatos UGT y CCOO para el próximo día 20 de junio, ha motivado la indignación y alarma empresarial en las Islas por los efectos económicos y turísticos que va a provocar, al mismo tiempo que la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) indica que el proyecto del Gobierno sobre la reforma del desempleo «no afecta a los fijos discontinuos de Balears», afirmó ayer el presidente de esta patronal, Josep Oliver.

La Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), según su presidente Felipe Navío, se mantiene a la espera de las indicaciones de las autoridades. «Esperamos que no se produzca ningún tipo de colapso en el aeropuerto y que los servicios mínimos que se impongan se respeten al cien por cien, dado que hay que atender a todo el tráfico, turístico y no turístico, como un día normal. Lo que está claro es que una huelga de estas características no beneficia a nadie y mucho menos a la imagen turística de las Islas», apunta Navío.

La Federación Hotelera de Mallorca, la patronal de agencias de viajes Aviba y el Fomento del Turismo de Mallorca coinciden en señalar en que este nuevo conflicto laboral perjudicará a las Islas. La patronal hotelera califica de desproporcionada la huelga y no entiende muy bien su convocatoria, «aunque los sindicatos puedan tener sus razones, la medida parece más política que sindical. A nivel turístico está por ver su impacto, pero un vez más la imagen de un destino turístico como Balears se verá afectada negativamente», explicaba ayer el portavoz de la patronal hotelera. El presidente del Fomento, Miquel Vicenç, afirma: «Si se afectan los servicios turísticos se va a generar una confusión general, de ahí que los touroperadores y resto de sectores turísticos deberemos actuar una vez más para que no afecte a los turistas».

Aviba califica de desproporcionada la actitud sindical, «es inadmisible que se nieguen a negociar, por lo que está claro que en el transfondo hay una intencionalidad política», puntualiza su gerente Víctor Fernández. El presidente de CAEB, Josep Oliver, incide en los razonamientos sindicales. «El proyecto del Gobierno no afecta a los fijos discontinuos de las Islas, de ahí que no se entiende muy bien la actitud de los sindicatos de las Islas dado que no se recortan sustancialmente las prestaciones. La CAEB respeta el derecho a la huelga, pero también el de aquellos trabajadores que decidan acudir a sus puestos de trabajo. El impacto en materia turística, pese a que sólo sea una jornada de un día, es evidente, aunque lo daños de producción que se produzcan no serán irreparables. Una huelga de estas características siempre crea desconfianza, en especial cuanto todavía estamos pagando la factura de huelgas anteriores. Un conflicto de estas características siempre perjudica a un destino turístico como Balears».

El pequeño y mediano comercio es otro sector que vivirá la jornada de huelga con preocupación. El presidente de Afedeco, Pau Bellinfante, mostraba ayer su indignación por la actitud sindical al señalar: «No entiendo el por qué de esta huelga, dado que no afecta a los trabajadores fijos discontinuos. Y tal como está la temporada se entiende aún menos la estrategia sindical». El responsable de Pimeco, Demetrio J. Peña, se centró en el hecho de que él no ve crispación social en Balears para que se secunde la huelga general. Así, en su opinión, «los sindicatos van a tener que explicar muy bien el por qué de la huelga para convencer a los trabajadores». El conseller de Treball, Eberhard Grosske, apuntaba ayer: «Como Govern ni criticamos ni apoyamos la huelga porque es una decisión soberana, pero estamos en contra de la reforma del Gobierno porque es lesiva contra los trabajadore de las Islas».

Disparidad de criterios entre Govern y PP por la evolución de la temporada turística
El conseller de Turisme, Celestí Alomar, y el portavoz adjunto del PP y ex conseller de Turisme, Joan Flaquer, mantuvieron ayer un enfrentamiento dialéctico en el Parlament sobre el desarrollo y evolución de la actual temporada turística en las Islas. Mientras el conseller Alomar indicó que no se iba a registrar un descenso tan alarmante como propugna parte del sector turístico, principalmente por las ventas de último momento, Flaquer arremetió contra el Govern por su falta de visión de futuro y por no querer ver la crisis que padece la industria turística balear este año por la caída de los mercados emisores.