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En uno de los plenos más tensos de la legislatura, el Parlament admitió ayer a trámite el proyecto de reforma la ley electoral para implantar la paridad en las listas autonómicas. El plenario rechazó la enmienda a la totalidad presentada por el PP. El presidente del Parlament, Maximiliano Morales, amenazó con suspender el plenario cuando los diputados del PP increparon al conseller de Presidència, Antoni Garcías, quien acusó a la diputada popular Mabel Cabrer de «reivindicar para las mujeres la cocina y el cuidado de los hijos». «Esto es un insulto a las mujeres», increparon los diputados del PP a Garcías, quien defendió la paridad electoral en el Parlament. Tras la intervención de Garcías, Cabrer solicitó una rectificación por parte del conseller. Garcías aclaró que sólo se había referido a la diputada Cabrer y no a las mujeres del PP.

Durante el debate, Mabel Cabrer calificó el proyecto del Govern de «instrumento publicitario y un fraude para las mujeres». Cabrer razonó que las mujeres que quieren dedicarse a la política necesitan «más ayudas sin renunciar a nada». «Lo más triste es que las mujeres estarán en este Parlament la próxima legislatura por ser mujeres y esto es humillante», subrayó la diputada del PP. Cabrer reconoció que las mujeres tienen «las mismas posibilidades que los hombres», aunque recordó que «el problema que tenemos es la maternidad». «¿Se han planteado dar la baja de maternidad a las mujeres que se dedican a la política?», preguntó Cabrer, quien criticó al Govern «por rechazar todas propuestas que se han presentado para ayudar a las mujeres».

Garcías lamentó que el PP no se sumase a esta reforma electoral para implantar la paridad y que, en lugar de respaldar la propuesta, «hayan dicho que es una parida». El titular de Presidència comparó esta iniciativa con la eliminación de la prohibición para que las mujeres pudiesen votar. «Se toman a pitorreo una ley tan importante como esta», criticó Garcías. Cabrer acusó al conseller de «no enterarse de los problemas que tienen las mujeres en la calle». «Aquí habrá muchas mujeres florero la próxima legislatura. Hay mujeres preparadas, pero no podrán acceder a la política», insistió la diputada popular. Cabrer ironizó que de los 70 altos cargos intermedios del Govern sólo hay 12 mujeres, y tres en el gabinete autonómico. El PP también duda de la constitucionalidad de la reforma electoral.

La socialista Armengol cuestionó la «actitud nefasta del PP en contra de la democracia paritaria y de esta iniciativa pionera en España» y denunció que «la derecha conservadora está a muchos años aún de la sociedad actual».