El turismo español rechaza, en su mayoría, pagar la ecotasa. A las
10.30 horas de ayer aterrizaba en Palma un vuelo de Madrid, el
primero que recibía el folleto informativo sobre los beneficios
medioambientales de la estancia de los turistas en establecimientos
hoteleros de Balears. Ninguna de las personas encuestadas fue
informada en su agencia de viajes del cobro del impuesto a la hora
de contratar sus vacaciones, la mayoría no lo quiere pagar y la
mitad afirma que no regresará a Mallorca el año que viene.
A todos los encuestados les parece un abuso aunque no consideran
muy cara la tasa y, los más resignados, afirman que la pagarán,
aunque no estén de acuerdo con la imposición de la ecotasa. Un
grupo de seis azafatas dieron la bienvenida a los turistas en las
cintas de recogida de equipajes. Según señaló una de ellas, Noemí
López, «se les informa sobre los proyectos nuevos para Palma y cómo
contribuyen los turistas a su realización. No les decimos que
tienen que pagar un impuesto».
El desconcierto de los turistas nacionales fue total. Ni sabían
que el folleto que las azafatas les entregaban estaba relacionado
con el pago de un nuevo impuesto ni tenían conocimiento directo de
él.
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