Julián Aguirre23/04/02 0:00
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La historia de «Romeu contra Julieta» que representan los integrantes del grupo mallorquín «Xamo Xamo», en su mayoría jóvenes de Binissalem, está teniendo una excelente acogida en los diferentes teatros en los que han interpretado la obra. Son gente sencilla, jóvenes, activos, a quienes les encanta el teatro y se dedican a ello por afición. Tras terminar su jornada laboral se reúnen y ensayan como mínimo seis horas a la semana. «Romeu contra Julieta» no es la historia tradicional, es todo lo contrario. Son cuatro parejas de hoy que nos muestran, de forma exagerada, los problemas y alegrías actuales de una manera irónica, divertida y con un vocabulario popular.

Isabel, Catalina, Guadalupe y Pilar son las cuatro julietas de la obra. Tienen entre 23 y 30 años de edad. Isabel estudia Pedagogía, Guadalupe, Filosofía y Pilar estudia Educación Física. Catalina es profesora de literatura y ésta es su primera obra con el grupo «Xamo Xamo». «Algunas de las mujeres que acuden a ver la obra "comentan las chicas" se sienten identificadas con algunos de los personajes». Isabel interpreta a la típica mujer florero, romántica, ingenua, que cree ciegamente en el amor, un ama de casa maltratada, maruja, cotilla y muy habladora. Catalina representa a la mujer fría, calculadora, coqueta y coleccionista de amantes. Guadalupe es una auténtica pesadilla para los hombres, da vida a una feminista que no quiere la igualdad realizando un monólogo sobre el acoso sexual a la mujer.

Por último, Pilar es la experta en sexo, la mujer perfecta para cualquier hombre, que comienza a estar cansada de la monotonía en su matrimonio. A lo largo de la obra se dan momentos muy divertidos y se entra en un juego de hombres contra mujeres. «Romeu contra Julieta» está escrita y dirigida por Miquel Àngel Moyà, quien además interpreta a uno de los cuatro «romeos» de la obra. Las chicas dicen que «se nota que es una obra escrita por un hombre, pero finalmente nos vengamos». El tema del sexo lo tocan con gran diplomacia, sin frases groseras y de manera simpática. La compenetración es total. No en vano la mitad de los actores son pareja en la vida real.