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PATRICIO CANDIA/JASON MOORE
El letrado mallorquín Miguel Ill Ferrer se ha hecho cargo de la defensa de Ahmed Brahim, acusado de pertenencia a banda armada y que durante 14 años vivió en el edificio «Miramar» del Passeig Marítim. En declaraciones a Ultima Hora , el abogado insistió en que Brahim «niega cualquier vínculo con lo que le han querido atribuir (haber formado parte del entramado de Al Qaeda)». «Sólo admite haber alojado a Mahmud Salim en dos ocasiones pero por razones que no tienen nada que ver con la red Al Qaeda ni nada por el estilo. No niega que se alojó en su piso de Palma y tiene sus razones para haberle acogido, ya que desconocía totalmente a qué se dedicaba su invitado», dijo Ill. Y añadió: «En relación a los atentados en las embajadas de Estados Unidos en Kenya y Tanzania sólo se le ha preguntado por Salim, y a quienes pudo recibir en su casa o no es asunto suyo, evidentemente».

Según el letrado, «Ahmed Brahim tuvo una empresa aquí en Palma, como ustedes saben, la liquidó en 1999. Vendió sus barcos, uno de ellos a su contable. Pero vamos, en absoluto tenía montado un complejo, un centro de comunicaciones en su domicilio de Palma. Tenía ordenadores como lo puede tener cualquiera y se comunicaba con otras personas a través de e-mail como lo hacen miles de ciudadanos en todo el mundo». El abogado de Ahmed Brahim precisa que «si (en los interrogatorios) han sido capaces de encontrar un solo pago injustificado a través de sus cuentas bancarias, él está dispuesto, en palabras suyas, a que le corten la cabeza». «Este señor ha tenido a través de su trabajo una fortuna personal. Es ingeniero de obras públicas y se ha dedicado a su negocio náutico, todo esto conocido por la autoridad, hasta que decidió liquidarlo».

No obstante, subrayó Ill Ferrer, «estamos empezando a averiguar que sin su conocimiento la Audiencia Nacional ya había abierto el pasado año una causa, posiblemente, a través de la cual se le intervino el teléfono, y digo posiblemente porque todavía no he podido tener acceso a los autos». Indicó que el teléfono de una persona no se interviene si no hay abierta una causa o una orden judicial. «Él supo que hace cuatro meses le habían bloqueado unos fondos que tenía en una cuenta en Luxemburgo. El fiscal luxemburgués le informó de que se trababa de órdenes judiciales provenientes de la Audiencia Nacional. El fiscal luxemburgués le autorizó a que sacara determinadas cantidades de dinero cada mes para que él y su familia pudieran vivir decentemente.

Y aquí tengo que decir una cosa: Era una persona que viajaba con mucha frecuencia, y cuando se enteró de que le había bloqueado su cuenta de Luxemburgo, si evidentemente tuviera algo que ver de lo que le acusan, lo lógico que en vez de regresar a España hubiese huido. Para seguir viviendo en otro país tan tranquilamente. Es decir, sabiendo que tiene su cuenta intervenida sigue viviendo en España». Ill Ferrer dijo que Brahim no tenía ninguna necesidad de trabajar en Mallorca porque «había amasado una pequeña fortuna». «Mi cliente me ha dado instrucciones de que dé información a la prensa. Está tan sorprendido de la campaña mediática que se ha montado, con informaciones provenientes de forma unilateral del Ministerio del Interior».