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La emocionante cuenta atrás para la inauguración del aparcamiento subterráneo de la avenida Comte de Sallent y la apertura del paso subterráneo de la calle Antoni Marquès finalizará mañana por la mañana. El gerente de dicha construcción, Antonio J. Roig, dio a conocer ayer o recordó los datos y las novedades más importantes en relación a ambas obras. «La longitud del aparcamiento es de unos trescientos metros lineales y cuenta con cuatro plantas, las tres primeras de rotación y la cuarta para residentes», dijo. Entre las novedades más destacadas, cabe señalar que toda la instalación dispone de un sistema de localización de plazas libres, que permitirá al usuario conocer al instante dónde puede aparcar su vehículo. «En la parte superior de cada plaza habrá un sensor. Si está rojo querrá decir que la plaza está ocupada y si está verde querrá decir que está libre», añadió Roig.

Cada planta dispondrá también de un gran panel electrónico en el que se informará de cuántas plazas libres hay en cada momento en cada una de las cuatro plantas. El aparcamiento dispone de un total de setecientas cincuenta plazas, doscientas de ellas para residentes. La concesión de una plaza para los residentes es de cincuenta años. Una plaza cuesta 20.915'22 euros (3.480.000 pesetas) y la cuota de mantenimiento es de quince euros mensuales. Para entrar en el párking con los vehículos habrá dos accesos, uno a cada lado de Comte de Sallent, muy cerca de la avenida Alemanya y de Antoni Marquès, respectivamente.

Para salir habrá también dos aperturas, a la altura de la calle Blanquerna y de la calle Francesc de Borja Moll, respectivamente. Habrá además cuatro accesos peatonales, cerca de Pere Dezcallar i Net, Font i Monteros y Francesc de Borja Moll, por una parte, y al lado de Blanquerna, por otra. Al lado de los tres primeros accesos habrá un ascensor que llegará hasta la superficie. En cuanto al acceso que hay al lado de Blanquerna, contará con un ascensor hasta la primera planta subterránea. En las cuatro entradas peatonales hay un cajero automático, que en un futuro aceptará el uso de la tarjeta ciudadana.

En la parte superior del aparcamiento habrá una oficina de control para atender a los usuarios. En dicha oficina se sitúa también todo el sistema informático. Por lo que respecta a la seguridad, habrá diez cámaras de televisión: una en cada cajero automático, una en cada entrada o salida de vehículos y dos en la planta de residentes. Además habrá un vigilante jurado desde las 20.00 hasta las 08.00 horas y un encargado de servicio desde las 08.00 hasta las 20.00 horas.

Cada planta contará con ocho plazas de aparcamiento para personas minusválidas, lo que da un total de treinta y dos plazas. La UTE que ha llevado a cabo la obra está formada por Electrotecnia Española Roig S.A., Coibsa, Sampol Ingeniería y Obra, y Construcciones Llabrés Feliu. El coste total de la obra, incluido el paso subterráneo, ha sido de 13'82 millones de euros (2.300 millones de pesetas). El paso subterráneo de avenida Alemanya hacia General Riera y Antoni Marquès lo ha pagado la empresa constructora y lo ha cedido a Cort.