Si algo destaca de esta chica es su sonrisa. Foto: Teresa Ayuga

TW
0

El Festival de Cine Islas Baleares toca a su fin dejando tras de sí un rastro de caras famosas que rara vez tenemos oportunidad de ver juntas por estos lares. Ayer le tocó el turno a la actriz catalana Silvia Marsó, que ha sido la última artista que ha llegado en Palma para tomar parte en el citado festival, aportando su experiencia, su precioso rostro y, sobre todo, esa sonrisa contagiosa que la ha hecho popular, a pesar de que en su último trabajo hace de malvada. El Festival de Cine Islas Baleares concluirá esta noche con la ceremonia de entrega de premios, que se celebrará a partir de las 21 horas en el Teatre Municipal de Palma.

Silvia Marsó es una de esas actrices versátiles que lo mismo pisa con garra el escenario de un teatro que se coloca con soltura ante una cámara de cine o evoluciona al ritmo de producción que exige la televisión. Recientemente ha participado en el largometraje «La biblia negra», la ópera prima de David Pujol, y también toma parte en la popular serie de televisión «Ana y les siete», que protagoniza absolutamente Ana García Obregón. En ella, Silvia interpreta el papel de Alexia, un personaje que le encanta porque, asegura, «nunca había hecho un papel de mala tan mala».

Se trata de «una mujer que ha llegado a la cima por ella misma "explica, para los que no siguen la serie", a fuerza de trabajar, y aunque es muy ambiciosa, tiene dignidad. Por desgracia, sin embargo, hoy día hay mucha gente que es así», añade. Por lo que respecta a sus ambiciones profesionales de cara al futuro, la artista espera poder dedicarse más al séptimo arte y anhela que se le presentan más oportunidades en este campo, porque "según afirma en tono de reproche" «hasta ahora he tenido muy pocas».

Su primer trabajo en un largometraje fue «La madre muerta», del vasco Juanma Bajo Ulloa, y la actriz guarda un recuerdo muy bueno de aquella experiencia. Y no sólo por el hecho de ser su primera película «y con un director de la talla de Juanma Bajo Ulloa», matiza, sino porque «me confesó que escribió el papel de Blanca justamente para mí. Me vio en el teatro haciendo 'La dama de Alba', de Alejandro Casona, y de ahí le surgió la idea», revela. Marsó es de la opinión de que en su profesión siempre quedan cosas para hacer y por ello asegura que «aunque llevo veinte años haciendo de actriz tengo la sensación de que estoy empezando». Otro de los artistas que visitó ayer Palma es el actor Pastor Serrador, protagonista de la película de Martín Garrido «Héroes de cartón», el único largometraje español que participa en la sección oficial del Festival de Cine.