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M.G./EFE Fomentar el conocimiento de la cultura islámica como vía para superar los tópicos y prejuicios que rodean al mundo musulmán es el principal objetivo de el ciclo de conferencias «Aproximación a la cultura islámica» presentado ayer. Del mismo modo, explicó el vicerrector de la UIB Avel.lí Blasco, el ciclo busca «analizar y promover el debate entorno a diferentes aspectos de la cultura islámica y contribuir a la creación de un clima propicio para la integración entre nosotros de las personas provenientes de los países islámicos». Organizado por el Observatorio del Mediterráneo integrado por la Universitat de les Illes Balears, la Cámara de Comercio y el Centre Cultural Sa Nostra, este ciclo que se desarrollará en la UIB, se enmarca dentro de Balears 2015-Año de la Inmigración.

Kais Marzouk El Ouariachi, profesor de Sociología en la Universidad de Fez, será el encargado de inaugurar estas sesiones y en su opinión la idea tan extendida de que el Islam es sinónimo de intolerancia o fundamentalismo «es, en cierto modo, un producto europeo que nada tiene que ver con nuestra cultura». El profesor de Filosofía de la misma universidad Abdelmai Azarkan declaró, por su parte, que la orientación violenta del Islam se da sólo en determinados países. En su opinión, para que este pensamiento basado en la violencia desaparezca «se precisa la intervención de otros países que ayuden a elevar el nivel cultural y de bienestar socioeconómico de la gente» que así razona.

Respecto al conflicto entre israelíes y palestinos, indicó que «en las dos partes hay voces a favor de la guerra y de la paz». Por eso se preguntó si entre Israel y Palestina no ocurre lo mismo que ya pasó en la guerra del Líbano que se atribuyó a la lucha entre cristianos y musulmanes cuando en realidad era una guerra de clases. «Palestina es un país pobre mientras que Israel es un país rico», subrayó. En referencia a las relaciones históricas entre España y Marruecos, lamentó que «todavía no nos entendemos a pesar de que apostamos por la democracia y por la convivencia» y precisó que «en la práctica los intereses que hay en juego van mucho más allá de lo que queremos nosotros».

En esta línea, el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Joan Gual, insistió en la necesidad de «romper la barrera del desconocimiento que nos separa y conseguir el objetivo final que es establecer relaciones comerciales convencionales y sin ningún tipo de prejuicios».