José Amaya (izquierda) será sustituido a partir de la próxima semana por Gabriel Cortés. Foto: JAUME MOREY

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El presidente de los vecinos del poblado de Son Riera "popularmente conocido como Son Banya", José Amaya, presentó ayer su dimisión «por motivos de salud». «Ésa es la única razón de que deje el cargo y a partir de ahora el pueblo decidirá, que creo que es lo más democrático», dijo. Amaya era el presidente de los vecinos del poblado desde 1999. Por lo que respecta al acuerdo suscrito en 2001 con el Ajuntament de Palma y el Institut Balear de l'Habitatge (Ibavi) para el realojo de unas cincuenta familias del poblado, ajenas por completo al submundo de la droga, Amaya indicó que estaba de acuerdo con el acuerdo firmado con Cort.

Por su parte, la persona que se presenta para sustituir a Amaya y que probablemente será elegida el próximo lunes, Gabriel Cortés, señaló que no estaba de acuerdo con el actual proceso de realojo. «No estoy de acuerdo porque quiero que puedan salir todas las familias de aquí y no sólo unas cuantas», dijo, y añadió: «Hasta que no salgan todos no voy a estar tranquilo». Cortés indicó que ahora hay unas 125 familias en el poblado.

«No estoy de acuerdo con lo que se ha negociado con el Ajuntament de Palma. De momento, si puedo, voy a romper el acuerdo», destacó. Cortés indicó que quiere que Cort dé a cada familia entre 90.000 y 120.000 euros (entre 15 y 20 millones de pesetas) y que cada vecino pueda buscar su casa, en distintas barriadas de Palma. Cortés criticó el racismo con el que, en su opinión, se trata a las personas de raza gitana cuando quieren alquilar o adquirir una vivienda. «Cort también debería buscar un trabajo para estas familias, porque sin trabajo no podrán pagar las viviendas que compren», prosiguió, y dijo: «Hasta que no salgan todos no voy a permitir que Cort dé ninguna de las casas acordadas recientemente».

«Me ha llamado la mayoría de gente para que me presente. Creo que es una injusticia que sólo salgan cuarenta familias y que las demás se queden aquí», reiteró Cortés, quien indicó que está dispuesto a reunirse con el alcalde de Palma, Joan Fageda, para volver a negociar sobre el desmantelamiento de Son Banya. «Si tenemos que ir todos al Ajuntament, iremos», dijo, y añadió: «No tengo nada contra el anterior presidente ni contra nadie. Yo voy a trabajar con la gente que me elija».

Por su parte, Amaya afirmó: «Si Cort me da una casa yo me iré. Creo que tengo derecho a tomar mi propia decisión. Si a mí me dan lo que han dicho que me darían, estaré contento y feliz, y agradecido al Ajuntament de Palma y al Ibavi». «Entiendo también la postura de los demás, entiendo que tienen derecho a pedir lo que ellos quieran, yo no estoy en contra de nada de eso», concluyó Amaya. Preguntado sobre la relación de algunas familias con el submundo de la droga, Cortés dijo: «Nosotros somos las víctimas. Somos personas desgraciadas que no tenemos ni para comer».