El obispo Teodor Úbeda bendijo los ramos de olivo y las palmas en el patio de la residencia sacerdotal Sant Pere y Sant Bernat.

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La festividad del Domingo de Ramos en la Seu de Palma fue vivida con intensidad por numerosos fieles que acudieron a la bendición de ramos y palmas que este 2002 cambió el escenario del palacio episcopal por el patio de la residencia sacerdotal Sant Pere i Sant Bernat.

En la puerta de acceso, los asistentes pudieron hacerse con ramas de olivos para participar en la bendición que efectuó el obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, junto al cabildo catedral.

Las lecturas de bienvenida en varios idiomas estuvieron a cargo de Pep Campaner, la religiosa franciscana Paulina Aguirre y Tomeu Moll.
En esta ceremonia leyó el evangelio según San Mateo el canciller y vicepresidente del cabildo, Juan Darder, y el coro de la Catedral entonó temas propios de la festividad como «Hosanna Filio David» y «Pueri Hebreorum».

Acabadas las pláticas, se preparó el turiferario para iniciar la procesión, pasándose un pelín con el incienso, lo que produjo humo e intenso olor que provocó muchas toses de los presentes.

Desde allí salió el cortejo encabezado por el obispo y el cabildo, seguido por los fieles, discurriendo por las calles Deganat y Plaça Almoina para llegar al portal mayor de la Seu.

Los bancos del templo mayor de Mallorca se fueron llenando de público. Palmesanos y mallorquines los menos. La gran mayoría lo llenaron personas del Imserso procedentes de distintas comunidades autónomas españolas, como Ultima Hora pudo comprobar, que iban llegando por grupos acompañados de guías, además de muchos súbditos de distintas nacionalidades que se encontraban en Mallorca pasando sus vacaciones, sobre todo alemanes y franceses.

El obispo Úbeda presidió la misa solemne de Ramos, interviniendo con sus cánticos el Coro de la Catedral, que acompañó al órgano Bernat Julià, además de las piezas interpretadas en el órgano mayor por el maestro Tomeu Veny. Intervinieron en la lectura del evangelio de la Pasión de Jesús los canónigos Llorenç Tous, Pedro Torres y Tomeu Vaquer.

Las preciosas palmas elaboradas que lucieron en la procesión los miembros del cabildo catedral son obra de la artesana manacorina residente en Elche Isabel Planiol.